LES ALTERNATIVES DE GESTHA

Moltes d'aquestes propostes podrien aplicar-se en el termini d'un any.

CUANDO QUEDAS ATRAPADX EN LA DESTRUCCIÓN, DEBES ABRIR UNA PUERTA A LA CREACIÓN. Anaïs Nine

Es de las crisis que nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Albert Einstein

INTERFERÈNCIES

Los diputados del pueblo no son sus representantes, sólo son sus comisarios. Las leyes que el pueblo mismo no ratifica no tienen validez, son leyes nulas. Jean-Jacques Rousseau

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Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del brillo del agua, ¿Cómo podrán ustedes comprarlos? Gran Jefe Seattle

EL ACONTECIMIENTO #15M

No me fio de la incomunicabilidad, es la fuente de toda violencia. Jean-Paul Sartre

dissabte, 29 de juny del 2013

EL NUEVO EMBAJADOR DE EEUU EN ESPAÑA, JAMES COSTOS, Y SU MARIDO MICHAEL SMITH


James Costos y Michael Smith


EL ORGULLO/EL RIDÍCULO

Article de Beatriz Gimeno publicat a EL PLURAL.COM






Durante años, siglos, nos han ridiculizado para humillarnos, despreciarnos, maltratarnos y, tantas veces, matarnos. En gran parte del mundo nos siguen humillando, despreciando, nos siguen maltratando y matando. Nos hacen la vida imposible porque tenemos una orientación sexual diferente de la que tiene la mayoría. Y gran parte de ese odio, de esa injusticia y de ese calvario, se debe a las iglesias. Durante años se han reído de nuestra pluma, de cómo nos manifestamos, de cómo andamos, de cómo vestimos, de cómo somos si es que se nos ocurre demostrar lo que somos; es decir si se nos ocurre demostrar que no somos heterosexuales, que nos sentimos sexualmente atraídos por personas de nuestro mismo sexo. Y nos han metido el miedo en el cuerpo para que no lo demostremos, para que no se nos note, para que nos hagamos pasar por lo que no somos y nos estemos quietos en el armario; es decir, para que nuestra existencia no se vea, no se note, y así puedan seguir sosteniendo la falacia de que todo el mundo es heterosexual y de que eso es lo normal, lo bueno, lo humano.
 
Por eso produce una honda satisfacción darse cuenta de cómo, poco a poco, el ridículo va cambiando de lado y ahora los que hacen ridículo son ellos. No me ha indignado, ni preocupado, ni molestado siquiera, leer la nota que el grupo e-cristians ha sacado con motivo de la llegada a España del nuevo embajador de EE.UU James Costos y su marido. Me he reído. Se lo he enseñado a compañeros/as de trabajo y se han reído, se lo he enseñado al portero de mi casa y se ha reído, se lo he enseñado a la señora que limpia mi oficina y se ha reído. La risa de ellos es mi satisfacción. Porque resulta que el grupo católico e-cristians pretende que Rajoy le niegue el plácet al embajador norteamericano porque viene con marido y porque son promotores del “homosexualismo político”.  El que una petición como esta sea profundamente ridícula, el que todo el mundo se de cuenta de que es propia de un grupo de extraviados al que ningún político va a hacer el más mínimo caso, demuestra mejor que muchas otras cosas lo que hemos avanzado.

Se produce además, este nombramiento, poco después de que el Tribunal de Estados Unidos haya declarado inconstitucional la DOMA. La DOMA era el truco jurídico que se inventó el Tea Party y que consistía en adelantarse a la posibilidad del matrimonio igualitario introduciendo en las constituciones de los diferentes estados una definición restrictiva del mismo como la unión entre hombre y mujer exclusivamente. Es decir, según el movimiento LGTB iba consiguiendo la igualdad los reaccionarios modificaban las leyes para poner el objetivo más lejos. Esa misma estrategia es la que han intentado seguir en Latinoamérica. Dicha maniobra, constitucionalizar el matrimonio tradicional, puede ser efectiva a muy corto plazo (las constituciones se cambian y, si hay voluntad, se cambian muy rápidamente) pero muestra también claramente la impotencia de quienes saben perdida la batalla social e incluso legal y sólo cuentan –y lo admiten- con movimientos fraudulentos para asegurar la discriminación de las personas homosexuales y transexuales.

El hecho de que el Tribunal Supremo de EE.UU haya dicho que esa maniobra es inconstitucional nos permite augurar que esta batalla está ya casi ganada en EE.UU. Y siendo así terminará por extenderse a los países de su área de influencia y después al resto del mundo. Queda mucho por avanzar, naturalmente. Muchísimo. La situación de un embajador de EE.UU no se parece en nada a la de una lesbiana ugandesa. Estos mismos grupos cristianos que no pueden ni siquiera mover un pelo del embajador de EE.UU, que van a tragarse que el Sr. embajador y su marido sean agasajados y tratados como lo que son; esos grupos que se convierten aquí en algo ridículo pueden, sin embargo, conseguir que esa lesbiana ugandesa sea perseguida, violada, torturada o asesinada en su país o que una mujer transexual tenga que pedir asilo político y escapar de Ecuador, por ejemplo.

En esta parte del mundo, podemos decir bien alto que hemos conseguido remover el paisaje y poner e-cristians, al obispo Reig Pla y similares del lado de lo risible, de lo grotesco, de lo estrambótico, de lo que nadie se toma en serio. Con una lucha ímproba, con muchísimo dolor y sufrimiento, con inteligencia, con sentido común, afán por la justicia y entusiasmo por la igualdad, los y las activistas lgtb le hemos dado la vuelta a la cuestión y ahora es posible que Rouco Varela coincida en alguna cita oficial con el señor embajador de EE.UU y marido. Y se lo trague. Ahora los ridículos son ellos, los que producen risa son ellos. No obstante, el poder para producir dolor de los cristianos fundamentalistas es inmenso y corremos el riesgo de olvidarlo al verles convertidos, cada vez más, en una caricatura anacrónica y risible. Porque aquí son ridículos pero en gran parte del mundo siguen encendiendo las hogueras a las que siempre han sido tan aficionados.

Aunque sólo sea porque esta lucha de una minoría desempoderada contra muchos muy poderosos la estamos ganando, salgamos a celebrarlo. Es tarde de Orgullo en Madrid.

Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)

dimarts, 25 de juny del 2013

L@S INDIGNAD@S DE BRASIL

El aumento en el precio del transporte fue la brecha por la que se coló el profundo descontento que vive la sociedad brasileña. En apenas dos semanas las movilizaciones se multiplicaron: de 5 mil los primeros días a más de un millón en cien ciudades. La desigualdad, la falta de participación y la represión son los grandes temas.
Los abucheos y rechiflas dieron la vuelta al mundo. Dilma Rousseff no se inmutó, pero sus facciones denotaban incomodidad. Joseph Blatter sintió la reprobación como algo personal y se despachó con una crítica a la afición brasileña por su falta de fair play. Que la presidenta de Brasil y el mandamás de la FIFA, una de las instituciones más corruptas del mundo, fueran desairados por decenas de miles de aficionados de clase media y media alta, porque los sectores populares ya no pueden acceder a estos espectáculos, refleja el hondo malestar que atraviesa a la sociedad brasileña.

Lo sucedido en el estadio Mané Garrincha de Brasilia saltó a las calles, amplificado, el lunes 17, cuando más de 200 mil personas se manifestaron en nueve ciudades, en particular jóvenes afectados por la carestía y la desigualdad, que se plasma en los elevados precios de servicios de baja calidad, mientras las grandes constructoras amasan fortunas en obras para los megaeventos a cargo del presupuesto estatal.

Todo comenzó con algo muy pequeño, como sucede en las grandes revueltas del siglo XXI. Un modesto aumento del transporte urbano de apenas 20 centavos (de 3 a 3.20 reales, dos pesos uruguayos). Primero fueron pequeñas manifestaciones de militantes del Movimiento Pase Libre (MPL) y de los comités contra las obras del Mundial de 2014. La brutalidad policial hizo el resto, ya que consiguió amplificar la protesta convirtiéndola en la mayor oleada de movilizaciones desde el impeachment contra Fernando Collor de Melo, en 1992.

El viernes 7 de junio se realizó la primera manifestación en São Paulo contra el aumento del pasaje con poco más de mil manifestantes. El martes 11 fueron otros tantos, pero se quemaron dos autobuses. Las dos principales autoridades, el gobernador socialdemócrata Geraldo Alckmin, y el alcalde petista Fernando Haddad, se encontraban en París promoviendo un nuevo megaevento para la ciudad y tacharon a los manifestantes de vándalos.

El miércoles 12 una nueva manifestación se saldó con 80 autobuses atacados y ocho policías heridos. El jueves 13 los ánimos estaban caldeados: la policía reprimió brutalmente a los 5 mil manifestantes provocando más de 80 heridos, entre ellos varios periodistas de Folha de São Paulo. Un tsunami de indignación barrió el país que se tradujo, pocas horas después, en los abucheos contra Dilma y Blatter. Hasta los medios más conservadores debieron reflejar la brutalidad policial. La protesta contra el aumento del boleto convergió sin proponérselo con la protesta contra las millonarias obras de la Copa de las Confederaciones. Lo que parecían manifestaciones pequeñas, casi testimoniales, se convirtieron en una ola de insatisfacción que abarca todo el país.

Síntoma de la gravedad de los hechos es que el lunes 17, cuando se produjo la quinta movilización con más de 200 mil personas en una decena de capitales, los políticos más importantes del país, los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inacio Lula da Silva condenaron la represión. Descalificarlos como vándalos es un grave error. Decir que son violentos no resuelve nada. Justificar la represión es inútil, escribió Cardoso quien atribuyó las protestas al desencanto de la juventud frente al futuro.

Lula tuiteó algo similar: La democracia no es un pacto de silencio, sino una sociedad en movimiento en busca de nuevas conquistas. La única certeza es que el movimiento social y las reivindicaciones no son cosa de la policía, sino de mesas de negociación. Tengo la certeza de que entre los manifestantes la mayoría están dispuestos a ayudar a construir una solución para el transporte urbano. Además de desconcertar a las élites, los manifestantes consiguieron que se suspendieran los aumentos.

La sensación de injusticia

El transporte público en ciudades como São Paulo y Rio de Janeiro es uno de los más caros del mundo y su calidad es pésima. Un relevamiento del diario Folha de São Paulo analiza los precios del transporte público en las dos mayores ciudades del país respecto del tiempo de trabajo necesario para pagar un pasaje, en relación con el salario medio en cada ciudad. El resultado es catastrófico para los brasileños.

Mientras un habitante de Rio necesita trabajar 13 minutos para pagar un pasaje y un paulista 14 minutos, en Buenos Aires sólo se tiene que trabajar un minuto y medio, 10 veces menos. Pero la lista incluye las principales ciudades del mundo: en Pekín el pasaje equivale a 3 minutos y medio de trabajo; en París, Nueva y Madrid, seis minutos; en Tokio, nueve minutos, lo mismo que en Santiago de Chile. En Londres, una de las ciudades más caras del mundo, cada pasaje demanda 11 minutos de trabajo ( Folha de São Paulo, 17 de junio de 2013).

El periódico cita al ex alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, para ejemplificar lo que debería ser la democratización urbana: La ciudad avanzada no es aquella en la que los pobres andan en auto, sino aquella en la que los ricos usan el transporte público. En Brasil, concluye el diario, está sucediendo lo contrario.

En los últimos ocho años el transporte urbano en São Paulo se ha deteriorado según revela un informe de O Estado de São Paulo. La concesión vigente fue asignada durante la gestión de Marta Suplicy (PT) en 2004. El sistema de transporte colectivo creció de mil 600 a 2 mil 900 millones de pasajeros entre 2004 y 2012. Sin embargo, los autobuses en circulación descendieron de 14 mil 100 unidades a 13 mil 900. La conclusión es casi obvia: Más gente está siendo transportada pagando un precio más caro en menos omnibus que hacen menos viajes ( O Estado de São Paulo, 15 de junio de 2013). En cada unidad viaja 80 por ciento más de pasajeros.

Según la Secretaría Municipal de Trasportes de la ciudad, la mejora en la situación económica ha provocado un aumento de la cantidad de pasajeros pero, a su vez, los autobuses hacen menos viajes por el congestionamiento del tránsito, lo que inevitablemente recae sobre los usuarios que sufren por la ineficiencia del sistema, con el aumento en el tiempo de los viajes. Los costos también se han disparado por la ineficiencia que supone un mal aprovechamiento de la infraestructura.

Si a esto se suma el despilfarro que suponen las inversiones millonarias en las obras del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, con su secuela de traslados forzados de pobladores, puede comprenderse mejor el malestar reinante. Los seis estadios que se inauguraron en la Copa de las Confederaciones insumieron casi 2 mil millones de dólares. La remodelación de Maracaná superó 500 millones y otro tanto el Mané Garrincha, una obra monumental con 288 columnas que le confieren un aspecto de coliseo romano moderno, según el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke. Todo ese dinero público para recibir un partido durante la Copa y siete en el Mundial.

Son recintos de lujo construidos por media decena de grandes constructoras, algunas de las cuales se adjudicaron también la administración de estas arenas donde se realizarán espectáculos a los que muy pocos tendrán acceso. El costo final de todas las obras suele duplicar los presupuestos iniciales. Aún faltan seis estadios que están en obras, la remodelación de aeropuertos, autopistas y hoteles. El BNDES acaba de conceder un préstamo de 200 millones de dólares para la finalización del Itaquerão, el nuevo estadio del Corinthians, donde se jugará el primer partido del Mundial 2014.

Cansados de pan y circo

La Articulación Nacional de los Comités Populares de la Copa difundió un informe en el que señala que en las 12 ciudades que albergarán partidos del Mundial hay 250 mil personas en riesgo de ser desalojadas, sumando las amenazadas por realojos y las que viven en áreas disputadas para obras (BBC Brasil, 15 de junio de 2013). Hubo casos en que una vivienda fue demolida con un aviso previo de sólo 48 horas. Muchas familias realojadas se quejan de que fueron trasladadas a lugares muy distantes con indemnizaciones insuficientes para adquirir nuevas viviendas, de menos de cinco mil dólares en promedio.

Para completar este panorama, sólo para la Copa de las Confederaciones se dispuso un operativo militar que supuso la movilización de 23 mil elementos de las tres armas que incluye un centro de comando, control e inteligencia. El dispositivo moviliza 60 aviones y 500 vehículos. La disputa del Mundial 2014 ha obligado a Brasil a construir 12 estadios, 21 nuevas terminales aeroportuarias, siete pistas de aterrizaje y cinco terminales portuarias. El costo total para el Estado de todas las obras será de 15 mil millones de dólares.

Ante semejante despliegue de gastos para construir recintos de lujo resguardados con máxima seguridad, el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas (CONIC) divulgó un comunicado en el que condena la brutalidad policial asegurando que lo sucedido el 13 de junio en São Paulo nos remite a tiempos sombríos de la historia de nuestro país (www.conic.org.br). El texto de las iglesias denuncia la falta de apertura al diálogo y asegura que la cultura autoritaria sigue siendo una característica del Estado brasileño.

Le recuerda al gobierno que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acaba de hacer varias recomendaciones, entre ellas poner fin a la policía militar. La CONIC cree que la represión policial contra las manifestaciones es la misma de los exterminios de jóvenes que suceden cotidianamente en las periferias de las ciudades. Finaliza diciendo que los grandes eventos que sólo traerán más ganancias al mercado financiero y a los mega conglomerados empresariales. No queremos sólo circo. Queremos también pan, fruto de la justicia social.

Si este es el estado de ánimo de las iglesias, puede imaginarse cómo se sienten los millones de jóvenes que invierten dos horas en ir a trabajar, tres en retornar a sus casas en ómnibus estúpidos y caros y enfrentan 200 kilómetros de congestionamiento, como describe el escritor Marcelo Rubens Paiva ( O Estado de São Paulo, 16 de junio de 2013). Todos los paulistas saben que los ricos viajan en helicóptero. Brasil posee una de las mayores flotas de aviación ejecutiva del mundo. Desde que gobierna el PT la flota de helicópteros creció 58.6 por ciento, según la Asociación Brasileña de Aviación General (ABAG).

São Paulo tiene 272 helipuertos y más de 650 helicópteros ejecutivos que realizan alrededor de 400 vuelos diarios. Muchos más que ciudades como Tokio y Nueva York. Actualmente la capital paulista es la única ciudad del mundo que posee un control de tráfico aéreo exclusivo para helicópteros, dice la ABAG. Por eso fluye a indignación y por lo mismo tantos festejaron el retorno de la protesta, para lo que tuvieron que esperar nada menos que dos décadas.

Article de Raúl Zibechi llegit a la revista PUEBLOS 
Fonts fotografies: http://laestrella.com.pa/online/impreso/2013/06/24/revuelta-en-brasil.asp 
http://www.elcomercio.es/20130623/mas-actualidad/internacional/brasil-reportaje-descontento-jovenes-201306211924.html

Fuente: La Jornada, 24/06/2013.

DE CÓMO LA DERECHA UTILIZA A LA IZQUIERDA

Article de Fernando Gil Villa, professor de la Univertitat de Salamanca, publicat a EL DIARIO.ES 

Si hace doce años usted se hubiera topado en una librería con títulos como Los ricos se hacen más ricos mientras los pobres se hacen con la cárcel, o Encarcelad a los pobres, tal vez pensara que sus autores exageran. Si los encontrara ahora, tal vez ya no lo pensaría tanto. Otro título ilustrativo sería el de Zygmunt Bauman: Daños colaterales: desigualdades sociales en la era global. Los pobres encajan bien en la categoría de bajas colaterales de las políticas de ajustes de nuestros gobiernos sureños. Se descartan porque su escasa importancia no justifica el coste de su protección. En los países más pobres y desiguales de Europa la metáfora se escenifica en los suicidios y otros actos de desesperación como el del ciudadano italiano desempleado y separado, el cóctel explosivo favorito de la exclusión social que disparó contra los carabinieri.

Usar términos marciales para hablar de política social no parece tan descabellado. Y es que la retórica del enemigo tanto puede aplicarse al que nos invade desde fuera como al que nos invade por dentro. De hecho, la figura intermedia del inmigrante extranjero encarna eternamente la sensación de amenaza en sociedades con escasez de recursos. Tampoco está fuera de lugar comparar la lógica económica con la militar. En realidad, la seguridad que busca todo sujeto de derecho es doble, física y económica. La segunda no es menos preocupante que la primera. Si no puedes comer estás igualmente muerto. El hambre sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo.

Las políticas de-presoras económicas, son compatibles con las políticas re-presoras del orden público. Si el médico receta austeridad a quien tiene sobrepeso, puede que le haga un favor. La receta podría tener, sin embargo, un efecto fatal para un desnutrido. De la misma forma, llega un punto en el que la cantidad de cosas prohibidas es tal, que la libertad se ahoga.

Ahora bien, en este punto, es especialmente interesante observar cómo parte de los discursos de los partidos de izquierdas justifican inconscientemente esta doble y mortal política basada en la presión. Por un lado, piden a gritos crecimiento, lo que supone en el fondo volver a la locura del capitalismo voraz de consumo, en su insensata huida hacia delante. Sobre todo cuando existe un terreno cultural abonado para ello. Uno en el que la acumulación se convierte en ley no sólo en la dimensión económica sino en la moral: tantos viajes has hecho, tantas idiomas hablas, tantas relaciones has tenido, tantas visitas tienes en Facebook, tanto vales. Los supuestos defensores de las clases humildes olvidan en más de una ocasión que la única solución verdadera, es decir, no provisional, ante una crisis que no es sólo económica, sino de civilización, pasa por educar en un nuevo estilo de vida alejado de la sociedad de consumo, basado en los valores comunitarios de la austeridad y la solidaridad. Pero a veces confunden los objetivos, creen que luchar por la igualdad social es darle al desnutrido el derecho de atracarse de los mismos alimentos materiales y espirituales que los ricos.

De otro lado, si bien es cierto que las políticas neoliberales son a grandes rasgos las causantes de la crisis, se corre el riesgo de acalorarse en la interpretación y acabar confundiendo aquellas políticas con la propia libertad. Convertidas en dos hermanas míticas que dan lugar a la fundación de la democracia –como Rómulo y Remo en el caso de Roma-, se inmortaliza sólo una, dejando la puerta abierta para asesinar a la otra. Insensiblemente, se van colando en nuestras tertulias de café veladas acusaciones a la libertad como responsable del estado lastimoso en que se encuentra su hermana. Andando coja la democracia de la pata de la igualdad, podemos hacer dos cosas para recuperar el equilibrio, centrarnos en vigorizar ese miembro o cercenar el otro para que queden igualados. La tentación de aplicar este último tipo de soluciones es grande porque, en situaciones de desesperación, cortar por lo sano es más rápido, aunque sea doloroso.

Este tipo de creencias más o menos explícitas sobre la austeridad y sobre la libertad, en la medida en que emanan de posiciones ideológicas de izquierdas, tienen la consecuencia no deseada y paradójica de servir de apoyo a una política social conservadora. Hay que ver qué suerte tengo, -debe pensar el gobernante de derechas- , que mis adversarios van a portar mi pancarta favorita, la de “crecer o morir”. Así puedo jugar al despiste y aplicar medidas económicas de-presoras y contar las bajas que causaré como daños colaterales. Y qué bien que las gentes crean que la raíz de la crisis está en el exceso de libertad y en la falta de regulación de las conductas de los banqueros y otros gremios de las finanzas, lo que, por cierto, viene a coincidir felizmente con el aumento de la demanda social de mayores penas para los delincuentes civiles y políticos, aunque sean menores. Así tengo el terreno abonado para mis políticas de control social represoras.

dilluns, 24 de juny del 2013

SIN LA FÉRREA OPOSICIÓN DE LA CIUDADANÍA MADRILEÑA, EN CATALUNYA SE DESMANTELA LA SANIDAD PÚBLICA CON LA AYUDA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTÍCIA

Se hacía ayer eco El Pais de cómo LA PARS había investigado comportamientos nada éticos del gerente del ICS José María Padrosa. La relevancia fue tal que hoy sigue en destaque cómo la Oficina AntiFrau ha decidido intervenir de oficio en el asunto. Por si alguien todavía no está enterado, en tiempos de duros recortes en la sanidad, las empresas que apoderaba Padrosa (al parecer, incumpliendo normas parlamentarias que hoy todos los grupos menos el suyo critican) facturaron 40 millones en tres años a la sanidad catalana de la que Padrosa es el “número 2″. El número 1, ya saben, es Boi Ruiz, ex-presidente de la Unió Catalana de Hospitals, que se hizo acompañar para atravesar la “puerta giratoria” de lo privado a lo público, de buena parte de la cúpula dirigente. Entre ellos, Padrosa, entonces director del holding de empresas dedicadas a fisioterapia, rehabilitación y logopedia que se han visto “agraciadas” con contratos millonarios desde la pública. Desde el inicio de la maniobra con la que Artur Mas escoge para conseller de Salut al destacado miembro de la sanidad privada, las puertas giratorias se empiezan a convertir en un auténtico butrón. Y los primeros que se atrevieron a denunciarlo (los editores de la revista cafeambllet , tuvieron que sufrir las consecuencias).
 
Pero Albano y Marta no están sólos en la defensa a fondo de la sanidad pública. Hace ya algunos meses, seis organizaciones pusieron una querella a Boi Ruiz por temas estrechamente relacionados, con un final demasiado previsible…(ya decimos en Catalunya, que de derrota en derrota, hasta la victoria final”) . Y en un tono mucho más serio, escribía Carlos Jimenez Villarejo (Boi Ruiz se libra de la querella)  el pasado mes de febrero, entre otras cosas:  “El Auto del Tribunal otorga amparo al conseller Boi Ruiz y su equipo, al respaldar sus políticas antisociales y antihumanitarias y justificar las presuntas formas de corrupción del Departament descritas en la querella. Y lo hace, precisamente, ante denuncias por delitos cometidos desde las estructuras de poder, invocando que el derecho penal está presidido por el principio de “intervención mínima”. Y, tan mínima, Sres. del Tribunal, si las conductas presuntamente delictivas están realizadas por quienes detentan cualquier clase de poder. Ante los delitos menores cometidos por miembros de las clases populares, la respuesta judicial es casi siempre contundente.” Y seguía: ” Una de las formas del Gobierno conservador de CiU de protegerse frente a la ciudadanía, es precisamente contar con el apoyo de los tribunales. Porque, no lo olvidemos, solo se trataba de iniciar una investigación que, obviamente, no predeterminaba el resultado. Pues, ni eso. El portazo del Tribunal Superior de Justicia a los ciudadanos favorece simultáneamente al Gobierno de CiU que trata de engañarlos con supuestas apelaciones a la causa de Catalunya, mientras se consolida la protección de la casta política gobernante”.

Cimera Antifrau: El president Artur Mas con la presidenta del Parlament, Núria De Gispert; el del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), Miguel Angel Gimeno; el fiscal superior de Catalunya, Martín Rodríguez Sol; el Síndic de Cuentas, Jaume Amat; el Síndic de Greuges, Rafel Ribó, y el director de la Oficina Antifrau (OAC), Daniel de Alfonso, en el Palau de la Generalitat
Ahora va quedando bien demostrado que había base para la querella, que la condena a Cafeambllet fue un escarnio, y que es absolutamente imprescindible investigar los altos cargos de la Conselleria de Salut si se quiere preservar la sanidad pública y no hacer burla sangrienta de la democracia. Y a pesar de que Carlos Jiménez Villarejo citaba la afirmación del letrado Seguí en el citado recurso, ”callaré protestando”,  hemos tenido la suerte de que gente muy valiosa sigue exigiendo Justicia de verdad, y denunciando que, aunque los Tribunales lo amparen, este equipo que desgobierna nuestra sanidad ha convertido el paso de lo público a la privado en un saqueo continuo. Para eso mismo construyeron este hediondo butrón que sólo sigue siendo invisible para quienes -por miedo, servilismo o lamentable ceguera- no quieran ver cómo debilita los cimientos de la sanidad, la salud y la convivencia.  

Article escrit per Àngels Martínez i Castells, publicat al seu bloc PUNTS DE VISTA

diumenge, 23 de juny del 2013

LA INTENCIÓN DE RECORTAR LAS PENSIONES ESTÁ BASADA EN LA MANIPULACIÓN DE DATOS DEMOGRÁFICOS, NO EN EVIDENCIAS CIENTÍFICAS. LEE LO QUE TIENE QUE DECIR AL RESPECTO UN ESPECIALISTA EN LA MATERIA

El principal argumento para justificar el recorte de los derechos de jubilación en España es un argumento demográfico: la relación “de dependencia”, entre pensionistas y cotizantes. Como estamos inmersos en un sostenido proceso de envejecimiento demográfico, dicha relación empeora y de ahí se deduce que dentro de poco el sistema será inviable .

Este argumento empezó a utilizarse casi a la vez que se adquirió conciencia de que la modernización demográfica conllevaba pirámides con un peso creciente de las personas con más edad. Eso ocurrió a principios del siglo XX, así que acumulamos ya prácticamente un siglo de previsiones sobre el supuesto colapso del sistema. En este post ilustro hasta qué punto estas previsiones resultan desmentidas en España por la propia realidad.

(En la entrada Origen de la expresión “envejecimiento demográfico” puede comprobarse que hace más de ochenta años que estas alarmas se repiten en artículos publicados).

Las previsiones del colapso basadas en el factor demográfico fueron especialmente importantes en los años posteriores a la crisis del petróleo, y de nuevo durante la crisis de empleo de principios de los años noventa. En medio del ajuste radical, y con importantes presiones para la privatización de las pensiones, los “expertos” predijeron números rojos de la Seguridad Social de forma inminente. Sus errores fueron clamorosos, y en las fechas previstas, sólo una década después, el sistema no sólo no hacía aguas, sino que tenía los mayores superávits de toda su historia.

Nadie ha revisado los supuestos y los métodos de aquellas previsiones. Si se le pregunta a sus autores, lo más corriente es que argumenten que no se cumplieron porque impulsaron las reformas en los Pactos de Toledo y porque España pasó a tener una intensísima e imprevista inmigración que cambió la prevista relación demográfica entre las edades activas y las jubiladas. Por eso, ahora que estamos nuevamente ante una crisis económica y ante la necesidad de tomar medidas para superarla, las previsiones del colapso vuelven a la carga en la pluma de prácticamente los mismos expertos y con los  mismos argumentos, auténtico monumento a la perseverancia, inmune a todo desmentido por la realidad. Tarde o temprano ocurrirá lo previsto, aunque llevemos casi un siglo sin acertar el momento en que ocurrirá y sin analizar realmente las causas de esa falta de acierto. Las causas sempre se buscan en “coyunturas” convenientes pero pasajeras, y nunca en las propias características del cambio demográfico, económico y social.

Pero los Pactos de Toledo (1995) no son en realidad una causa de reducción del gasto en pensiones. Las posteriores prestaciones y derechos no se redujeron, sino que aumentaron, mientras el volumen de pensionistas no hacía más que aumentar, igual que lo hizo, y mucho, la cuantía media percibida. Si no se cumplieron las previsiones de números rojos para los primeros años del siglo XXI no fue porque se hiciesen “economías” gracias al miedo que generaron las expertas predicciones del colapso. Lo que se hizo fue separar las fuentes de financiación de otras prestaciones y, sobre todo, ingresar más, mucho más, cosa que no se había previsto por ninguno de los expertos predictores.

¿Cómo es posible que el sistema ingresase más, incluso por encima del enorme incremento del gasto? Queda la explicación de la inmigración, claro, el otro argumento “fuerte” de estos expertos para explicar por qué sus previsiones no se cumplieron a pesar de ser intachables. Es una explicación que, además, encaja y confirma la importancia de la relación de dependencia, aliviada gracias a la llegada de jóvenes desde otros países con una intensidad sin precedentes en un país que, de hecho, había sido tradicionalmente emigratorio hasta los años noventa.

Sin embargo, tampoco la inmigración es la explicación de que la Seguridad Social se mantuviese solvente a pesar del envejecimiento poblacional. La realidad que no se quiere admitir nunca es que no es cierto que la “degradación” de la relación de dependencia conduzca inexorablemente a la insostenibilidad del sistema. Para demostrarlo no hace falta un gran aparato teórico; basta con observar lo que ocurrió en el mundo real antes de las reformas y antes de que España se convirtiese en un país de inmigración.

Te propongo un pequeño ejercicio de simulación: trasladarte al año 1964, primer año de la Encuesta de Población Activa, imaginando desconocer por completo lo que ocurrió en años posteriores con las primeras cifras observadas en la encuesta. En lo que se refiere a la relación con la actividad laboral que los españoles tienen ese año, los datos son estos (proporciono la población total exacta, pero el resto expresado en millares de personas para simplificar los datos):
Estamos pues en 1964, con 32 millones de habitantes, de los cuales 19,7 millones tienen edad de trabajar, pero sólo 11,9 millones se declara dispuesto a hacerlo y, de ellos, son 11,6 millones los que efectivamente están trabajando. La relación, por tanto, entre los ocupados y el resto de la población es de 1,75 personas no ocupadas por cada persona que sí lo está.

Ahora viene el ejercicio de imaginación: supongamos que en ese momento se presenta ante nosotros un mago adivino, de fiabilidad demostrada. Siempre acierta sus predicciones y no hay duda de que también lo hará en este asunto. Le preguntamos cómo evolucionará la anterior distribución de la población en los próximos treinta años y nos responde los siguiente:


Relación con la actividad.  Población española, 1964-1994 (millares de personas)

(Traigo este gráfico aquí desde un post anterior: Relación con la actividad y relación de dependencia)


Bien, ahora ya sabemos que en los próximos 30 años la población crecerá en más de 7 millones de habitantes. Las personas que no tienen edad de trabajar no aumentarán mucho porque, el crecimiento de los más mayores se verá compensado por el descenso de las edades infantiles. La mayor parte del crecimiento se producirá, por tanto, entre los 16 y los 65 años, más de cinco millones más de personas en edad de trabajar. Todo parece esperanzador, hasta que nos fijamos en la relación con la actividad y la ocupación de estas edades: ¡crecen todas las categorías excepto la de los ocupados! ¡lo que más crece es el número de inactivos y parados! ¡Lo que nos está prediciendo nuestro adivino es que los siete millones de habitantes adicionales vivirán del trabajo y la riqueza que genere un número de ocupados que prácticamente no experimentará cambio alguno! Dentro de 30 años cada trabajador tendrá que mantener a 2,33 personas, en vez de 1,75.

¿Qué hacer? Aquí le toca el turno predictivo a los profundos analistas de las consecuencias de tal evolución demográfica. Fieles a modelos con más de medio siglo de solera, los alimentan con estos datos demográficos y el resultado es claro: un desastre. El país tendrá dificultades en todos los terrenos, será difícil hacer las inversiones públicas necesarias, mantener los sistemas de protección social o pagar las pensiones. Los ocupados se verán oprimidos por unos impuestos cada vez mayores, lo que reducirá su poder adquisitivo y la capacidad de consumo, deprimiendo la demanda interna y la actividad económica. Los organismos internacionales como la OCDE, el FMI o la propia Unión Europea recomendarán al Estado español hacer recortes de todo tipo, y los mercados financieros mirarán a nuestra deuda pública cada vez con más desconfianza. Nuestro adivino, además, sabe que en todos esos años no habrá un pacto político nacional sobre cómo tratar las pensiones, y que no habrá inmigración de jóvenes de otros países que venga a incrementar el número de ocupados.

Dejando a parte las medidas estatales, la estrategia individual más razonable parece ser meterlo todo en la maleta y huir del país.

Y aquí viene la gran paradoja de todo este asunto. Pasan los 30 años y todo lo que nos predijo nuestro adivino se ha cumplido. ¿También se han hecho realidad los pronósticos de los que predijeron las repercusiones? ¿En cuál de esos dos años se vivía mejor en España, había más riqueza, más infraestructuras, más universidades, más pensionistas, más ocio, más consumo, más inversión…? Quienes conocieron con pleno uso de razón la España de mediados de los sesenta y también la de mediados de los noventa sonreirán ante estas preguntas tan absurdas, porque este es uno de los países en los que mayor crecimiento económico y desarrollo social, cultural, tecnológico y productivo podría comprimirse en un periodo de sólo tres décadas. ¿Cómo es posible? (Insisto, aquí no pueden invocarse las reformas del Pacto de Toledo ni el masivo aporte de inmigrados en edad de trabajar, porque ninguna de ambas cosas había ocurrido todavía).

Antes de seguir predicando el retraso de la jubilación y otros recortes en los derechos de los mayores españoles, alguien debería explicar sus constantes fracasos predictivos, reiterados una y mil veces a lo largo de casi un siglo. ¿Cómo es posible que el deterioro de la relación de dependencia siempre haya ido acompañado de progreso y de riqueza crecientes, todo lo contrario de lo que se predice? Los modelos, en ciencia, se contrastan con la realidad en un constante movimiento de ida y vuelta, para irlos reajustando en función de los errores. En este caso no se ha modificado nada. Al final, insistiendo, se consigue audiencia en medios de comunicación ávidos de alarmas, y en políticos que necesitan contentar a los mercados financieros. Eso no es ciencia, sino manipulación, y probablemente lo que hará será agravar la actual crisis, no resolverla.

Article escrit per Julio Pérez Díaz (CSIC) publicat a la seva web APUNTES DE DEMOGRAFÍA

LA BECARIZACIÓN DEL MERCADO LABORAL

Si vols denunciar o afegir-te a la campanya, entra a la web NO + BECAS X TRABAJO










Font fotografia: http://cajadeciencia.blogspot.com.es/2011_02_01_archive.html



dissabte, 22 de juny del 2013

PROSTITUCIÓN Y VIOLENCIA DE GÉNERO


Considerar que las prostitutas son personas cuyo destino es ser víctimas de la violencia masculina es lo que el machismo ha venido defendiendo desde siempre para mantenerlas en su estatus de opresión.

Artículo escrito por Beatriz Gimeno publicado en EL DIARIO.ES

Hace unas semanas dos prostitutas fueron asesinadas en Bilbao. Nadie dudaría que estas dos mujeres han sido víctimas de un asesinato machista y, sin embargo, no se las contabilizará como víctimas de violencia de género, no se las considerará como tales y por tanto al asesino tampoco se le considerará autor de un delito castigado con una pena agravada. A partir de la aprobación de la ley integral contra la violencia de género se ha producido la perversión de considerar que sólo es violencia de género la que se produce en el ámbito familiar, y no toda. La realidad es que, según los datos de www.feminicidio.net, única organización que contabiliza como feminicidio los asesinatos de prostitutas, entre 2010 y 2012 fueron asesinadas 19 mujeres que se dedicaban a la prostitución, aunque podrían ser más dada la invisibilización que sufren estas personas.

Una prostituta es una mujer socialmente invisible. Su muerte no va a ser objeto de la atención de los medios de comunicación a no ser que se pueda explotar el amarillismo y el morbo. Es posible que su desaparición pase inadvertida por un tiempo (o siempre) por que nadie la denuncie (como ha ocurrido en este caso con Jenni). Si su desaparición se denuncia, es entonces posible que la policía no sienta la misma presión para encontrar al asesino; es también posible que los jueces no sientan la misma presión para imponer una pena ejemplar. Lo más probable es que nadie proteste públicamente por su asesinato, que ningún político salga a concentrarse o a guardar un minuto de silencio por esas víctimas; en todo caso las instituciones guardarán silencio.

Si el caso del asesino de Bilbao ha suscitado una importante atención mediática se ha debido a su proyección pública, a que ha sido convertido en un personaje por los medios y por él mismo, así como a la posibilidad de que se tratara de un asesino en serie. Los medios han explotado esa faceta del personaje, pero en pocas informaciones hemos podido leer que se trataba de un asesino machista. Es decir, las víctimas han sido asesinadas porque eran mujeres dentro de un determinado sistema de dominación (y, además, en este caso eran inmigrantes. Recordemos en este sentido que antes de matar a Ada y a Jenni el asesino tuvo relación con prostitutas españolas a las que no mató. Es decir, el asesino era consciente de que las prostitutas inmigrantes eran víctimas más desasistidas).

Los asesinatos machistas contra prostitutas suelen producirse con un ensañamiento y una crueldad extraordinaria porque este tipo de violencia es el epítome del machismo, porque los asesinos vuelcan en estos crímenes toda su fantasía de dominio y porque, además, las víctimas son mujeres especialmente vulnerables debido a su previa estigmatización social. Es frecuente que sean torturadas, descuartizadas, quemadas… y aun así estos crímenes suelen dar lugar a condenas relativamente livianas para los culpables (12 años de media) al no aplicarse ningún tipo de pena agravada sino, por el contrario, aplicar a veces atenuantes ilegítimos que tienden a quitar importancia a este tipo de violencia.

El hecho de que las prostitutas no sean consideradas víctimas de la violencia de género tiene consecuencias importantes además de las obvias de la invisibilización. Impide que puedan acceder a la protección que se brinda a estas víctimas, impide que puedan utilizar los recursos materiales que el Estado pone a su disposición, impide también que los agresores sufran el agravamiento de las penas por sus crímenes. Si no parece caber ninguna duda acerca de que se trata de violencia machista, ¿por qué no son consideradas como tal? Hay varias razones que interactúan ellas de manera compleja. Una parte del feminismo considera que la prostitución es siempre, y en todo caso y en todas las circunstancias, violencia; toda la prostitución, todos sus aspectos, en todo momento, y que por tanto no se puede parcelar esta violencia en más o menos, en una más legítima o aceptable y otra menos. Para este sector del feminismo cualquier acercamiento a la prostitución que no sea desde la condena en bloque y sin matices es lo mismo que legitimarla. La prostitución es esclavitud, y dentro de ésta no hay distintos niveles de violencia.

Hay otro sector del abolicionismo que opina que la prostitución es siempre una institución de desigualdad, que su función no es otra que legitimar y reforzar esta desigualdad y que es por tanto una institución siempre inaceptable. Este sector considera, no obstante, que la prostitución no es necesariamente siempre más violenta que otras instituciones patriarcales o capitalistas; y que en todo caso hay diferentes niveles de violencia. Considerar que la prostitución siempre es violencia puede llegar a impedir que se produzca ningún tipo de protección efectiva contra la violencia extrema que en muchas ocasiones sufren estas mujeres. Creo que esta posición puede alejar del abolicionismo a personas que consideran que en nombre de un fin legítimo, la abolición de la prostitución, se escatiman los medios para hacer más vivibles las vidas de estas mujeres, para protegerlas, para apoyarlas en lo posible, para reivindicar sus derechos, sus vidas y su memoria, así como para castigar a sus maltratadores o asesinos. Hay mucha violencia dentro de la prostitución, desde luego, pero si todo es violencia entonces nada lo es.

Considerar que las prostitutas son personas cuyo destino es ser víctimas de la violencia masculina es lo que el machismo ha venido defendiendo desde siempre para mantenerlas en su estatus de opresión. Si cualquier acto de prostitución es una violación, ¿una prostituta no puede ser violada? Si la prostitución es siempre violencia, ¿una prostituta no pude denunciar maltrato y esperar recibir la misma consideración, apoyo y ayuda por parte de las instituciones que recibe cualquier otra mujer? ¿Es lo mismo un cliente que te pegue una paliza que otro que no? ¿Se merecen ellas lo que les pase por ponerse en esa situación? Recordemos que, tradicionalmente, una prostituta no podía denunciar una violación o una paliza porque la policía, los jueces y la sociedad consideraban que eso era parte de su “trabajo”. Aun ahora hay sentencias judiciales que parecen seguir considerando que, efectivamente, una prostituta no puede esperar otra cosa que recibir violencia.

Otra de las razones para no incluir a las prostitutas dentro de las medidas específicas contra la violencia de género es que, efectivamente, considerar la violencia que hay en la prostitución como violencia machista supondría para las instituciones asumir la obligación de entablar un combate real y sin cuartel contra las mafias y los proxenetas, contra toda la prostitución forzada. Un combate real, y no el simulacro de combate que ahora se está llevando a cabo. Lo cierto es que el Estado  -y por supuesto la sociedad- convive con normalidad con la existencia de prostitución forzada, con situaciones de esclavitud y, por supuesto, con la existencia de grandes dosis de violencia contra estas mujeres. Sigue habiendo un “nosotras” y un “ellas” en cuanto a la violencia que toleramos o condenamos. No sólo la prostitución forzada o en condiciones de extrema explotación está a la vista de todo el mundo y casi normalizada, no sólo convivimos con ella con toda naturalidad, sino que, en ocasiones, esta violencia es ejercida por las propias instituciones, como por ejemplo la policía. ¿Cómo van las instituciones a condenar la violencia que sufren las prostitutas si en muchas ocasiones es la misma policía la que la ejerce? No son pocas las ciudades en las que la policía persigue o acosa a las prostitutas para echarlas de la calle utilizando medios violentos como persecuciones desde los coches patrullas, detenciones indiscriminadas e injustificadas, uso de sprays, etc... El objetivo de estas acciones es echar a las mujeres de la calle, no el de detener a los proxenetas ni molestar a los clientes. Barcelona es un ejemplo de esta violencia institucional contra las mujeres que ejercen la prostitución. El otro problema es el origen de muchas de estas mujeres. La mayoría son inmigrantes sin papeles y en este caso el objetivo del Estado es expulsarlas, no protegerlas. ¿Cómo podríamos denunciar la violencia que sufren las inmigrantes sin papeles en prostitución sin cuestionar la violencia institucional que el estado ejerce contra la inmigración ilegal?

Estoy convencida de que la lucha feminista contra la institución de la prostitución pasa por conseguir un cambio social, sexual, cultural, pero que tiene que pasar por la solidaridad activa y el respeto absoluto hacia las mujeres que la ejercen, por ofrecer la mayor protección posible a las que lo necesiten y lo demanden, por considerarlas sujetos de derechos y dueñas de sus vidas. La deshumanización de estas mujeres es parte del funcionamiento de la institución prostitucional, es parte también de una determinada construcción de la sexualidad, es parte del estigma social que sufren y es parte de la violencia extrema que también sufren a veces. Romper la dicotomía entre ellas y nosotras es una manera no sólo de luchar contra el machismo, sino también de luchar contra la prostitución misma basada en la dicotomía entre mujeres buenas y malas y en la cosificación de estas últimas. Hacer efectiva la calificación de violencia de género para la violencia que sufren las prostitutas es una herramienta imprescindible en la lucha por la igualdad de todas.

Font fotografia:  http://www.mujerhoy.com/Corazon/Famosos-VIP/Jamie-Foxx-conra-prostitucion-666393022012.html

LA DISMINUCIÓN DE LA NATALIDAD Y EL AUMENTO DE LA ESPERANZA DE VIDA NO ES UN PROBLEMA, MUY AL CONTRARIO: SE TRATA DE UNA REVOLUCIÓN REPRODUCTIVA CARACTERIZADA POR SU ALTA EFICIENCIA. TE LO DICE UN DEMÓGRAGO, NO UN POLÍTICO AMANTE "INTERESADO" DE LA PSEUDOCIENCIA

Julio Pérez Diaz, sociólogo y demógrafo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC), junto al escocés John MaIcnnes, también sociólogo y demógrafo, presentaron en 2005 el concepto de Revolución Reproductiva, con el fin de explicar los distintos cambios sociales que configuran lo que hemos denominado la modernidad y que no hubieran sido posibles sin la transformación radical que ha experimentado en los dos últimos siglos -en España durante el siglo anterior- el comportamiento demográfico de la población.

Julio Pérez Diaz define sucintamente la Revolución Reproductiva como un salto cualitativo en la eficiencia de la reproducción de las poblaciones. El autor demuestra, con datos estadísticos que han arrojado los diferentes estudios demográficos realizados durante todo el siglo XX español, que la visión catastrófica del envejecimiento de la población -las poblaciones no envejecen, envejecen lxs individuos- sumada a la apocalítptica interpretación de la disminución del índice de natalidad como el paso previo a la entrada en una fase que podríamos denominar "la población en peligro de extinción", no tienen base científica donde apoyarse. Todos los estudios estadísticos y sociológicos indican lo contrario: la eficiencia reproductiva, que precisa de una natalidad reducida, ha sido el motor de un aumento de la población sin precedentes en Occidente -también a nivel mundial- nunca conocido en la historia de la Humanidad.

A continuación, reproducimos un artículo de Julio Pérez Díaz en referencia a la manipulación de los datos estadísticos sobre población que lleva a cabo, desde hace décadas, la clase política española, con el fin de justificar la aplicación de medidas económicas neoliberales. Este artículo fue publicado el 1 de noviembre de 2010 en el diario EL PAÍS, el mismo rotativo que, curiosamente y tal y como poníamos de relieve en el post publicado en este blog el 12 de junio de 2013, no ha sido capaz de encontrar ningún-a economista que contradiga las conclusiones -publicadas recientemente- de la comisión de "expertos" nombrada por el gobierno del PP, basadas en interpretaciones demográficas que contradicen la evidencia científica y que, por lo tanto de manera injustificada,  afirman que el presente y el futuro de las pensiones están en peligro. Ni siquiera ha cuestionado la falta de objetividad de 9 de sus 12 miembros, por hallarse directamente relacionados con la banca y otras empresas aseguradoras.

No te pierdas el blog de Julio Pérez Díaz, APUNTES DE DEMOGRAFÍA, si deseas conocer las opiniones de expertxs en la materia y desmontar las falacias que los medios de comunicación de masas se encargan de divulgar.
 
La administradora del blog

LO QUE ESTÁ PASANDO CON LA POBLACIÓN

Es una falacia que la demografía haga peligrar las pensiones. La amenaza viene de los problemas financieros y económicos, sobre los que podemos actuar. El alarmismo en materia demográfica es de lo más antiguo

Mi maestra Anna Cabré me enseñó que la demografía es una herramienta para desvelar misterios, y la población española le da la razón. No se suele reparar en ello, porque parece un asunto técnico y estadístico, carente de las sintonías emocionales que producen las historias individuales. Pero alguna vez sus misterios aparecen en titulares, como cuando el INE difunde sus periódicas proyecciones de población. Inmediatamente las preguntas nos asaltan: ¿cómo ha cambiado tanto la esperanza de vida?, ¿por qué han bajado tanto los nacimientos?, ¿por qué de repente hay tanta inmigración y, también de repente, la inmigración disminuye radicalmente? Pero, sobre todo, y desde un punto de vista práctico, ¿se puede predecir algo sobre el futuro demográfico de España?, ¿cuáles son los retos demográficos que deberían tenerse en cuenta en la tarea de gobierno?

Muchas preguntas, respuestas generalmente interesadas, poco imparciales, y escasa perspectiva, teórica e histórica, a la hora de darles respuesta. No en vano la demografía es un asunto tanto o más político que técnico, y ya se sabe que ahí la inmediatez manda. Para acabarlo de adobar, los fenómenos demográficos interesan en muchos otros ámbitos, como la economía, la sociología, la medicina o la geografía, de manera que aquí todo el mundo parece tener algo que decir y, por desgracia, los demógrafos no hemos conseguido que nuestra disciplina se haga oír en medio de ese pandemónium.

Pero lo cierto es que las respuestas mejoran si se entienden las dinámicas poblacionales y el radical cambio que están experimentado las poblaciones humanas en apenas el último siglo y medio. Intentaré hacer aquí una síntesis.

El cambio se puede resumir describiéndolo como una "revolución reproductiva", a la par con otras revoluciones productivas como la agraria, la industrial o la de la información. Ha aumentado drásticamente y de forma abrupta, no gradual, la productividad del esfuerzo reproductivo.

La reproducción humana siempre estuvo lastrada por una altísima mortalidad, especialmente infantil, que hacía muy precario el crecimiento poblacional y obligaba a parir muchos hijos a las escasas mujeres que conseguían sobrevivir hasta edades adecuadas. No había opciones; o eso o la extinción.

Eficiencia escasa, por tanto, del sistema reproductivo, sobredeterminación de los roles en función del sexo y poca libertad de elección para el común de los humanos.

Pero la humanidad ha aflojado repentinamente esa sujeción a la función reproductora, y lo ha hecho consiguiendo, para empezar, que la mayoría de los que nacen lleguen vivos a las edades en que pueden, a su vez, tener hijos. Eso desencadena la bola de nieve, porque tener hijos, y el número de los que se tienen, empiezan a ser opciones cada vez más personales. Las descendencias reducidas permiten mejorar las atenciones y recursos dedicados a cada hijo. Es un proceso en cadena que se retroalimenta con la siguiente generación y cuyo origen, no debe olvidarse, está en el descenso de la mortalidad producido por la simple mejora de los cuidados que los humanos nos dispensamos unos a otros.

De repente, en términos históricos, una esperanza de vida que nunca pasó de los 35 años en ninguna población se dispara hasta más del doble, la fecundidad cae en picado, las poblaciones crecen pese a ello a ritmos que no tienen precedentes y las pirámides de población empiezan a perder la forma de pirámide.

España es un concentrado de caldo de todo este proceso. Empezó el siglo XX en la cola de Europa, y lo ha acabado en la cabeza. Apenas llegaba a 34 años de esperanza de vida y hoy rebasa los 80. La fecundidad era de unos 5 hijos por mujer, y hoy apenas alcanza 1,3 hijos. Y todo ello con un crecimiento sin precedentes en toda su historia anterior, de 18 a 40 millones de habitantes.

Tan rápido ha sido el proceso, que cabe en la vida de una persona algo longeva, lo que hace realmente extraordinario el paisaje humano español, una auténtica mina para los científicos sociales. Coexisten aquí los adolescentes del Facebook y los ancianos de la España destripaterrones, rota por la Guerra Civil.

Todo lo anterior debe tenerse en cuenta al comentar la situación actual y, claro, es difícil. La tentación es la inmediatez. Aún más, el género más antiguo al comentar datos demográficos es el alarmismo. La baja natalidad es alarmante, el envejecimiento demográfico es alarmante, la masiva inmigración es alarmante y hasta el descenso de la inmigración es alarmante. Las distintas facciones políticas se los arrojan unas a otras y todo es reprochado a los momentáneos y pasajeros Gobiernos. A veces, incluso a los autonómicos o a los municipales. ¡Cómo si fenómenos sociales de tal calado y que abarcan periodos y territorios tan amplios pudiesen ser gobernados o reorientados durante un mandato y en un municipio!

Si yo tuviese que calificar con un único término el cambio demográfico experimentado por España lo haría con la palabra "progreso". Se ha democratizado la posibilidad de vivir todas las etapas de la vida, cosa de la que antes solo disfrutaba una pequeña y privilegiada parte de los que nacían. Las personas maduras y los recién llegados a mayores ya no son unos indigentes deteriorados, escasos y sin recursos, como en los años sesenta y setenta. Hoy, por el contrario, juegan un papel fundamental en apoyo de sus ascendientes y descendientes. Se ha conseguido criar y cuidar a cada hijo con recursos y dedicación impensables hace un par de generaciones. Las mujeres han quedado liberadas en gran medida de la abrumadora atadura histórica a la reproducción. El capital humano se ha disparado con todo ello, y de un país de analfabetos y trabajadores sin cualificación hemos pasado a un país de clases medias y economía terciaria.

Lo que está pasando con la población española es que se ha sumado al creciente club de los países demográficamente "modernos" tarde, pero muy deprisa. Al margen de las valoraciones que hagamos, eso conlleva algunas certezas sobre el futuro a corto y medio plazo, rasgos predecibles que conviene saber aprovechar, en vez de plantearse combatirlos:

- La pirámide española seguirá envejeciendo, porque los mayores vivirán todavía más y en mejor salud, y ese no es un proceso que vaya a verse contrarrestado por la inmigración o por un eventual baby boom.

- Pero seguiremos teniendo, aunque sea cíclica, una intensa inmigración, porque 1) la revolución reproductiva conlleva una fecundidad reducida que no es coyuntural y que tampoco podría elevarse para poner remedio a los vacíos del mercado de trabajo (nunca lo hizo tampoco en el pasado); y 2) Los países menos desarrollados todavía seguirán creciendo muy rápidamente en las próximas décadas, con dificultades para ocupar a sus nuevas generaciones, masivas, de jóvenes.

- Las mujeres, una vez convertida en opcional la antaño obligada función reproductiva, seguirán consolidando su apuesta por la vida laboral continuada, con todos los cambios que ello implica en las relaciones sociales, familiares y de pareja.

- Se generalizarán las líneas familiares con cuatro generaciones presentes, con todo lo que ello conlleva para las relaciones y transferencias de cuidados y recursos entre ellas.

Parece que sea la demografía la que hace peligrar las pensiones, las solidaridades intergeneracionales, el futuro de la familia o la emancipación juvenil. Gran falacia. Son los problemas financieros, políticos y, sobre todo, productivos y laborales los que desvían la atención hacia la demografía. Paradójicamente, es en esos ámbitos donde el futuro resulta menos previsible y donde existe más capacidad de actuación. La clave del progreso demográfico, en cambio, siempre fue muy sencilla: la inversión en las personas. Los humanos, una vez dotados de buenas dosis de recursos, cuidados, ocupación, atención, respeto, cultura o justicia, tienen la sorprendente y ancestral peculiaridad de mejorar notablemente las sociedades a las que pertenecen. Esperemos que la crisis no nos haga olvidar esto.
 

dimecres, 19 de juny del 2013

EL ESTADO ESPAÑOL DEJA DE INGRESAR EN 2012 Y 2013 UNA MEDIA DE CASI 40.000 MILLONES DE € ANUALES EN CONCEPTO DE BENEFICIOS FISCALES, EL EQUIVALENTE DE LO QUE ESPAÑA PAGA POR LOS INTERESES DE LA DEUDA

Los sistemas tributarios de los países desarrollados en general y del nuestro en particular arrastran desde hace décadas un problema cuyos efectos se han visto acentuados en un momento como el actual de profunda crisis económica. Este problema no es otro que la proliferación desmesurada de beneficios fiscales en casi todas las figuras tributarias.

Estos beneficios fiscales, ya sea en forma de exenciones, minoraciones de tipos, reducciones en la base o deducciones en la cuota suponen en la práctica una disminución sustancial de los ingresos públicos que no nos podemos permitir en este momento y sin que existan en la mayoría de los casos criterios de equidad fiscal o de eficiencia económica suficientes que los justifiquen.

Pero además algunos de estos beneficios fiscales facilitan una vía de escape para que determinadas rentas no se vean sometidas a tributación, y por ello, los tipos efectivos de todos nuestros impuestos se sitúan muy por debajo del tipo nominal.


Tradicionalmente el sistema tributario ha venido incentivando la actividad económica en general, o determinadas actividades en particular, que se consideraban beneficiosas para los intereses generales, estableciendo tipos más bajos, reducciones o deducciones en los diferentes impuestos. Se han establecido beneficios fiscales para la inversión en vivienda o en I+D+i, para el mantenimiento o creación de empleo, para actividades de exportación, etc. Sin embargo, existen dudas razonables de que esta forma de incentivación de la economía tenga un efecto real. En la mayor parte de los casos no puede demostrarse que sea el beneficio fiscal el que mueva a los individuos a llevar a cabo esa actividad, y en otros muchos, puede que se produzca el efecto contrario al perseguido.


En la actualidad, el debate sobre la bondad de los beneficios fiscales se está planteando desde un punto de vista puramente recaudatorio, es decir, sobre si nos podemos permitir o no perder un volumen tan ingente de ingresos públicos en una época de decrecimientos sucesivos anuales de los ingresos del Estado. Hace unos años, en la época de bonanza, cuando los ingresos crecían año a año y teníamos superávit, no nos preocupábamos por la pérdida de ingresos que suponían todos estos beneficios. Pero en ambos casos, nos olvidamos de un aspecto fundamental, la necesidad de realizar un análisis en profundidad de la eficiencia y del efecto que tienen respecto al objetivo con el que fueron creados.


Cualquier gobierno de turno, que intenta fomentar una parcela de la actividad económica o desarrollar alguna política determinada, inmediatamente tiene una “idea genial”: aprobar algún tipo de desgravación. Los economistas debemos plantearnos si la forma más eficiente de incentivar la actividad económica o de fomentar determinadas políticas que se consideren de interés general es la reducción selectiva de impuestos o por el contrario desarrollarlas por la vía del gasto. Y en esa disyuntiva estamos. Antes, ahora y en el futuro.


No se pone en cuestión aquí la conveniencia de apoyar desde el Estado determinadas actividades que se estimen beneficiosas para el conjunto de la sociedad. Lo que se pone en duda es si la vía del beneficio fiscal es la mejor herramienta para conseguirlo. Desde mi punto de vista no es así. En la práctica, la mayoría de esas deducciones se convierten en un coladero por donde se pierde gran parte de la recaudación, sin que se consigan los objetivos que motivaron su aprobación.


En el caso de la deducción por I+D+i, por ejemplo, el contribuyente declara la realización de una serie de gastos e inversiones en proyectos que él considera que cumplen los requisitos para ser considerados I+D+i. A la Inspección de Hacienda le resulta muy difícil, varios años después, verificar que esos gastos se destinaron realmente a esas actividades. Pero por otro lado también crea un alto grado de incertidumbre en el contribuyente, que en el momento en que desarrolla esas actividades, desconoce si los importes que declara como deducción en actividades  de I+D+i serán posteriormente aceptados por la Administración Tributaria. La pregunta es: ¿no sería más adecuado y eficiente el apoyo de estas inversiones a través de políticas de gasto de los Ministerios u Organismos correspondientes, financiando proyectos de investigación concretos que se consideren beneficiosos para el conjunto de la sociedad?


Y en el caso de la deducción por vivienda habitual, ¿cuánto de la esa deducción se ha venido trasladando al precio final de adquisición? ¿Más o menos del 15% que como media los contribuyentes se podían deducir?


¿Por qué de esa proliferación?


La mayoría de los beneficios fiscales existentes se han aprobado por dos motivos fundamentales:

  1. La existencia de un “lobby” con presión suficiente para forzar al Gobierno.
  2. Es la forma más fácil para el legislador de “fomentar” una actividad sin demasiadas complicaciones. Tan sencillo como publicarlo en el BOE y al día siguiente comienza a tener efecto. Siguiendo con el ejemplo de la I+D+i es mucho más fácil justificar la voluntad del Gobierno de apoyar  estas actividades aprobando una deducción del 40% por los gastos que la sociedades realicen, que aprobar una partida presupuestaria de gasto, establecer los requisitos para su concesión, coordinar programas de actuación con Universidades, Centros de investigación, etc.
Pero la segunda modalidad es mucho más efectiva que la primera si lo que se quiere realmente es fomentar la I+D+i y no simplemente “cubrir el expediente”.

¿De qué volumen estamos hablando?

Nuestra CE en su artículo 134 establece que “Los Presupuestos Generales del Estado (…) consignará el importe de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.” Esto obliga a elaborar lo que se denomina Presupuesto de Beneficios Fiscales y que se incluye en los Presupuestos Generales del Estado de cada año.

Como puede apreciarse en las siguientes tablas, el importe anual se viene situando en niveles cercanos a los 40.000 millones de € anuales, algo así como el 27 % de los ingresos que se hubiesen obtenido de no existir tales beneficios. O dicho de otra forma, el equivalente a lo que España paga por los intereses de la Deuda.


Article escrit per José Antonio Rodrigo Rodrigo publicat a ECONOMISTAS FRENTE A LA CRISIS 
Font fotografia: http://www.unpaislibre.com/post/32466996559/no-es-crisis-es-estafa