LES ALTERNATIVES DE GESTHA

Moltes d'aquestes propostes podrien aplicar-se en el termini d'un any.

CUANDO QUEDAS ATRAPADX EN LA DESTRUCCIÓN, DEBES ABRIR UNA PUERTA A LA CREACIÓN. Anaïs Nine

Es de las crisis que nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Albert Einstein

INTERFERÈNCIES

Los diputados del pueblo no son sus representantes, sólo son sus comisarios. Las leyes que el pueblo mismo no ratifica no tienen validez, son leyes nulas. Jean-Jacques Rousseau

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Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del brillo del agua, ¿Cómo podrán ustedes comprarlos? Gran Jefe Seattle

EL ACONTECIMIENTO #15M

No me fio de la incomunicabilidad, es la fuente de toda violencia. Jean-Paul Sartre

dimecres, 25 de setembre del 2013

EN EL CONO SUR EL CRIMEN ORGANIZADO SE HA CONVERTIDO EN EL INTERLOCUTOR DIRECTO DE LA ACUMULACIÓN DEL CAPITAL



Pablo Dávalos, autor del artículo que reproducimos a continuación, desenmascara la falsa e interesada percepción que se está difundiendo de América Latina. Esta región está sufriendo hoy una etapa de acumulación primitiva como no se conocía -en opinión de Dávalos- desde la colonización española y de otros países europeos. Denuncia la extrema violencia con la que se está llevando a cabo este proceso y la complicidad de los gobiernos denominados progresistas que encubren su connivencia con el crimen organizado -manteniendo sus acciones en la más absoluta impunidad- a través de sus textos constitucionales y sus políticas sociales. Mientras, la población campesina e indígena sufre el expolio de sus tierras, la violencia y la muerte. El extractivismo, disfrazado de desarrollo pero armado hasta los dientes, se abre paso a través de los ricos recursos naturales de América del sur.

Tal y como se indica en su blog, "Pablo Dávalos fue viceministro de Economía del Ecuador cuando Rafael Correa era ministro de esa cartera, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez. Asesor de la Conaie, la organización indígena más grande del Ecuador, miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) y profesor universitario."

No te pierdas su artículo, es realmente ilustrativo.
La administradora del blog

 CONO SUR: LA GUERRA SILENCIOSA

Se ha generado una retórica, con respecto a América La­tina, que nada tiene que ver con su realidad y que forma parte de una estrategia de dominación política correlativa a las nuevas formas que asume la acumulación del capital. En esa nueva narrativa se dice que los países latinoamericanos, en general, ahora tienen mejores oportunidades económicas que se evidencian por el aumento de la clase media en toda la región, el incremento del consumo, indicadores de crecimiento económico medidos en renta nacional o PIB, etc.

En ese sentido, han cumplido un rol clave en esa retórica instituciones como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Comisión Económica Para América Latina. En sus estudios, investigaciones y estadísticas, aunque hay señales que puedan preocupar a la macroeconomía, en general, no hay motivos para la desesperanza ni para la crítica. Todo lo contrario, la región avanza a ritmos de crecimiento envidiables mientras los países europeos y también EE UU aún no logran salir de la crisis. Este relato utiliza la macroeconomía y su discurso tecnocrático para cumplir un rol ideológico clave: permite invisibilizar la violencia del despojo territorial, la disciplina social de la democracia liberal y también a los contra-discursos críticos, las movilizaciones sociales y las alternativas radicales que se están produciendo en la región.

Hay varias señales de que hay algo que no está bien y que no encaja con esta retórica oficial y que la realidad latinoamericana no tiene ningún tinte de color rosa; que solamente se trata de una discursividad que intenta generar las condiciones para la hegemonía de la dominación que, en el caso de América Latina, asume la forma del extractivismo.

En efecto, esa retórica oculta una realidad más dramática, aquella que da cuenta de que las dinámicas del extractivismo están originando una violencia sin precedentes. Lo que está en juego y que no puede verse por esta falaz ideología del desarrollo, es la privatización y despojo de los territorios en una magnitud que recuerda los primeros tiempos de la conquista europea. En esa violencia aparecen aspectos relativamente novedosos y dan cuenta de las formas políticas que asume el extractivismo en la región. Uno de ellos es la conversión en sujeto político del crimen organizado. Su violencia permite la regulación de la  conflictividad social que emerge desde el extractivismo y la privatización territorial. En Méxi­co y Centroamérica, existen vastas regiones territoriales en donde, efectivamente, es el crimen organizado quien asume la función de Estado. En las recientes elecciones mexicanas, el dato fundamental era cómo detener el asesinato selectivo y sistemático de los candidatos a los gobiernos locales en casi todo el país.

La crueldad que exhibe el crimen organizado tiene propósitos heurísticos: le señala a la democracia liberal sus límites exactos. Esos límites son fundamentales para la acumulación del capital. Es una guerra que se extiende por todo el continente porque nace, precisamente, de esa frontera de violencia y confrontación marcada por el despojo territorial como condición fundamental para el extractivismo. Esa guerra silenciosa tuvo un hecho fundacional en el Plan Colombia y, paradójicamente, en las reformas constitucionales de inicios de los ‘90, en Colombia. El Plan Co­lombia creó esa heurística del miedo tan fundamental para la dominación política del capital.

En 1991, en Colombia, sucedió un hecho que desafía a toda imaginación: mientras la sociedad aprobaba uno de los textos constitucionales más importantes del continente y que, de alguna manera, habría de inaugurar para la región el debate sobre el neoconstitucionalismo, el Estado de derecho, la justicia y el desarrollo económico; los campesinos colombianos soportaban la crueldad y la dureza de la guerra civil de la forma más dramática y brutal. La Constitución colombiana aparece como la perversa forma simbólica de aquello que más tarde se denominarían los “falsos positivos”. La Constitución colombiana se disfrazaba de derechos para evitar asumir la resolución de la violencia de la guerra civil.

Remarco ese hecho por la paradoja que suscita y que apela: la pérdida del sentido de realidad detrás del derecho y su institucionalidad. Esa pérdida de sentido inscribe una aporía al interior de la epísteme misma del liberalismo: aquella que hace referencia a la invisibilización de la violencia de la acumulación capitalista. Por ello, los campesinos colombianos fueron despojados de sus territorios porque la guerra civil y su violencia procesaban precisamente el despojo en un contexto de democracia, elecciones e instituciones.

Lo que en ese entonces aparecía como una particularidad de la guerra civil colombiana, en pocos años se convertiría en una realidad para una gran parte de países de América Latina. El crimen organizado se convertía en el interlocutor directo de la acumulación del capital. Hacía el ‘trabajo sucio’ de esa acumulación mientras el Estado y sus instituciones guardaban sus formas. Ese ‘trabajo sucio’ consistía en crear territorios baldíos para ser incorporados a las dinámicas de las industrias del petróleo, de la minería, del agronegocio, de las plantaciones, etc. Muchas de estas corporaciones transnacionales utilizan los servicios de estas guardias pretorianas del capital porque saben que el Estado, finalmente, está de su parte.

La frontera extractiva vincula a América Latina a los mercados mundiales de commodities y, por esta vía, a los mercados financieros especulativos internacionales. De esta forma, en última instancia, se crean las condiciones de posibilidad para la especulación financiera internacional.

En América Latina las movilizaciones sociales nunca se detuvieron. Los movimientos sociales latinoamericanos no sucumbieron a los cantos de sirena de los “gobiernos progresistas” de la región; más bien han sido críticos con estos gobiernos y han organizado una resistencia fuerte, a pesar del hecho de que esa resistencia haya sido invisibilizada. En efecto, desde las marchas por la defensa del Tipnis en Bolivia, las marchas por el agua y la vida en Ecuador, las movilizaciones de los yukpas en Ve­nezuela, la resistencia heroica de los pueblos mapuches, las movilizaciones de los pueblos Awa en Colombia, etc., dan cuenta de que el continente nunca cedió a las pretensiones del discurso oficial que veía crecimiento, desarrollo y consumo en el ciclo de los commodities. Y también de aquella izquierda oficial que rendía pleitesía a los gobiernos latinoamericanos que secuestraron en beneficio propio la enorme energía social desplegada en su lucha en contra del neoliberalismo, y que han sido denominados como “gobiernos progresistas”.

Las recientes movilizaciones en Brasil son parte de ese ciclo de luchas populares que a pesar de su invisibilización forman parte de su propia historia. Uno de los héroes más llamativos de la saga La danza in­móvil, del escritor peruano Manuel Scorza, ha sido Gara­bombo el Invisible. En la matriz teórica de la modernidad, la condición de invisibilidad atraviesa la historia de resistencias latinoamericanas, y de todos los garabombos que la hicieron. 

Article llegit a la revista DIAGONAL

dimecres, 18 de setembre del 2013

EL NEOLIBERALISMO PRETENDE QUE LA GENTE SE OLVIDE DE QUE TIENE DERECHOS

Artículo de Beatriz Gimeno publicado en ECONONUESTRA. Magistral, como casi siempre. No precisa comentarios. Te invitamos a leerlo con nosotrxs.

 

 

 

LA CARIDAD TELEVISADA DE LA DERECHA


A la derecha la solidaridad y la organización popular le produce urticaria; a pocas cosas le tiene tanto miedo como a que la gente piense, imagine, se organice, conquiste espacios comunes y de solidaridad. Toda su estructura económica, política y social se basa en fomentar el individualismo y la competencia de todos contra todos. Para paliar la mala conciencia o para “luchar” (es un decir) contra las situaciones más terribles fomentan la caridad que tratan de hacer pasar como aquello a lo que la gente debe aspirar si quiere mejorar su situación. El  neoliberalismo pretende que la gente se olvide de que tiene derechos. La ofensiva ideológica camina en este sentido, no se tiene derecho a nada, cada uno que se arregle como pueda y, con suerte, que espere que le caiga una limosna.


El programa de televisión “Entre todos” que se estrenó hace un par de semanas en la 1 es una muestra repugnante de la sociedad a la que la derecha pretende que nos acostumbremos. Heredero del “ponga un pobre a su mesa en Navidad”, el programa presenta a personas desesperadas que harían cualquier cosa por paliar sus necesidades más básicas, llorar o reír cuando hace falta o lo pida el realizador, agradecer efusivamente cuando toque, esforzarse por conmover al público, que si no no hay premio y, sobre todo, utilizar un lenguaje que no tenga nada que ver con los derechos ni con la reivindicación. Usar un lenguaje anti-político, exclusivamente sentimental. Lo más importante es no enfadarse, lamentarse sí, pero nunca  enfadarse. Personas que necesitan una silla de ruedas para vivir o un tratamiento especial para su hijo, algo a lo que hasta ayer mismo tenían derecho, algo por lo que no tenían que someterse a la compasión ajena, ni esperar que les tocara la lotería de un programa de televisión en el que humillarse; algo para lo que no hacía falta que fueran simpáticos o capaces de despertar los buenos sentimientos de los televidentes, tienen ahora que “vender” su desgracia a ver si hay suerte y alguien les paga algo. Si no te esfuerzas y no despiertas la suficiente compasión, la suficiente simpatía, te quedas sin silla de ruedas, tu hijo se queda ciego. Es lo que hay. Y las ONG de la caridad se prestan gustosas y patrocinan este engendro inmoral en el que todo el mundo llora.


También lloran algunos rectores al ver que muchos de sus estudiantes, los que no tienen dinero para pagar las nuevas tasas, no pueden seguir estudiando. Y una rectora se ha inventado ahora lo de “apadrine a un estudiante sin dinero” Si la cosa se extiende, y es muy posible que se extienda, pronto los propios estudiantes tendrán que buscar la manera de que un rico les patrocine una carrera. Veremos a gente pidiendo un patrocinio o una ayuda para poder operarse o para recibir quimioterapia. Naturalmente que no tengo nada contra estas personas que hacen lo que pueden en situaciones muy difíciles pero me gustaría que ni ellos ni nadie olvidara que también hasta ayer mismo estudiar era un derecho que no dependía del dinero que tuviera tu familia. Un derecho de los más peligrosos, por cierto, para este régimen que padecemos. La educación universal es siempre algo potencialmente peligroso para los que pretenden imponer una sociedad intelectualmente mediocre en la que poder ganar elecciones eternamente. Sólo una sociedad inculta y mal informada puede tolerar mucho tiempo a unos gobernantes como los que tenemos cuya mediocridad intelectual, moral y política es tan evidente ya para todo el mundo.


La organización popular es su enemigo. Bolsas de comida entregadas por las organizaciones de caridad –mejor si son religiosas-  sí, pero vecinos que se organizan para repartir la comida que tienen entre todos y todas, gente que es capaz de articular soluciones imaginativas para paliar necesidades y que de esta manera se hacen conscientes y ayudan a concienciar a otras personas de que lo que sucede no es mala suerte ni una jugarreta del destino, sino una injusticia; es decir, gente que piensa, que se organiza, que actúa, entonces no, entonces se encienden las alarmas.  De ahí que una mesa plegable con unos libros de texto usados y con unos cuantos bolígrafos y gomas haya despertado el interés del concejal del Partido Popular de un barrio de Madrid, que se ha apresurado a enviar a la policía municipal a desmantelarla.


La mesa en la que los vecinos pretendían dejar material escolar usado para que lo utilizaran otros vecinos que no pueden pagarlo, es un artefacto peligroso que un político de derechas no podía dejar pasar. Y este no dejar pasar es literal, ni media hora duró en la calle la peligrosa mesa de destrucción masiva. Ellos, pobres ingenuos, habían pedido incluso su correspondiente permiso,  pero les contestaron que el trueque no está contemplado en las ordenanzas, naturalmente. Las ordenanzas contemplan únicamente la posibilidad de actividades de compra-venta; las ordenanzas exigen ánimo de lucro, pero ninguna actividad gratuita y solidaria; nada de eso en la calle. Al ser preguntado el concejal José Antonio González de la Rosa por las razones por las que envió a la policía a desmantelar la mesa con material escolar gratuito respondió que no estaba demostrado que hubiera un interés vecinal. Hay miedo a la organización social pero hay también un inmenso clasismo que late debajo de todas las decisiones que toma el partido popular; absoluto desinterés por las necesidades reales de la gente; desprecio de clase.


Habrá que explicarles a estos vecinos que si quieren libros y no tienen con que comprarlos que vayan a la televisión, que pongan las caritas llorosas de sus niños y niñas en unos carteles a ver si alguien con dinero se conmueve, ¡que se esfuercen, vamos, que las cosas no pueden ser gratis!

Fuente fotografía: http://vivelibre.info/home/imagenes.html

diumenge, 15 de setembre del 2013

CUANDO AL COMPAÑERO LO CONVIERTEN EN COMPETENCIA

Artículo de Pascual Serrano, publicado en la revista Atlántica XXII, en el que desmitifica la figura del emprendedor -concepto profundamente enraizado en esa cultura neoliberal tan norteamericana- difundida por el actual gobierno del PP como una solución eficaz para reducir al alto porcentaje de paro, especialmente entre las personas jóvenes.

Creemos que es necesario añadir -ya que el autor no lo menciona en su artículo- que la figura del emprendedor responde a un perfil marcadamente masculino en el que, parece ser, no encajan las jóvenes desempleadas, como es de esperar de la ideología singularmente sexista que la respalda. Las propias palabras del embajador de EEUU en España al afirmar que  “Hemos dedicado algunos esfuerzos a intentar que aquí también, como ocurre en EE UU, los jóvenes quieran ser el próximo Steve Jobs, Bill Gates o Mark Zuckerberg”, y las de Pascual Serrano al exponer diversos ejemplos de emprendedores y también al concluir -muy acertadamente, por cierto- que la emprendiduría ha acabado con “Aquello de los “compañeros del metal” con los que uno se reunía en asamblea y después se movilizaba por mejores condiciones laborales”, desvela, muy claramente, que cuando se habla de emprendedores y, en muchos casos, también de desempleados, se está hablando en terminos de identidad masculina, no como genérico humano.

No obstante, creemos que el artículo es realmente interesante y está muy bien argumentado, por lo que te invitamos a leerlo.

La administradora del blog

Uno de los pilares del neoliberalismo es fragmentar a la ciudadanía haciéndole creer que el individuo solitario, además de grandioso, es portador de todo el valor necesario, sin necesidad de la comunidad. Margaret Thatcher nos convenció de que todos éramos propietarios capitalistas con solo comprar en Bolsa diez mil pesetas en acciones de una multinacional. También nos dicen que, con Internet y desde casa, cada uno de nosotros es un poderoso medio de comunicación y hasta un agente político que lucha a golpe de firmas virtuales. Lo último de la “democracia de propietarios” -porque en eso consiste su concepto de democracia, en ser propietarios- es el emprendedor. Eliminado el concepto de clase social, ahora toca combatir la dicotomía empresario/trabajador.


La flexibilización, la precarización y la subcontratación crean las condiciones legales adecuadas. Según el nuevo discurso, el desempleado solo tiene que aprovechar las “oportunidades” que surgen ante la crisis y convertirse en un emprendedor. Ya no necesita la contratación, ni al empresario, él será el empresario, dueño de su destino y de su fuerza de trabajo. Fontanero, carpintero, periodista, arquitecto… no importa su profesión, la oportunidad de iniciarse en la senda del emprendedor le está esperando. Ya no será un asalariado servil, gestionará su fuerza de trabajo, rentabilizará en su exclusivo beneficio su talento e iniciativa. Y todo en igualdad de oportunidades con el resto de profesionales, sin desventaja ninguna.


Lo explicó recientemente el embajador saliente de Estados Unidos en España, Alan Solomont, en un artículo de El País: “Hemos dedicado algunos esfuerzos a intentar que aquí también, como ocurre en EE UU, los jóvenes quieran ser el próximo Steve Jobs, Bill Gates o Mark Zuckerberg”.


Los medios también ayudan a ensalzar al emprendedor. Un joven de veintinueve años debe sobrevivir sacando cada noche la basura de sus vecinos por cincuenta céntimos y el periódico dice: “Jesús Pardel es un producto de la crisis, un emprendedor a pequeña escala, un almacén de ingenio desesperado”. O esta otra noticia que cuenta que “un parado de treinta y tres años pone en marcha una web para encontrar trabajo en la que da consejos e información. En tres meses ha recibido 15.000 visitas y se han puesto en contacto con él cientos de personas a través de LinkedIn”. Conviene reforzar la idea fundadora del neoliberalismo, según la cual los pobres siempre pueden protagonizar historias de éxito y lograr avanzar en la escala social. Pero la información es pura charlatanería, la verdad es que el hombre, con dos carreras universitarias terminadas con matrícula de honor, abrió la web para encontrar trabajo y siguen sin tenerlo. Sus miles de visitas no son ningún éxito, es la desesperación de otros miles que, como él, buscan un empleo.


La ministra de Empleo presenta con entusiasmo el plan Tarifa Plana para jóvenes emprendedores, que se llama así porque serán 50 euros lo que tendrán que pagar de cuota a la Seguridad Social durante los primeros meses cuando se den de alta como autónomos. Lo que no se cuenta en el mito del emprendedor es que, como dueño de su futuro, deberá “invertir” en su seguridad y pagarse su seguro de salud, su fondo de pensión, comprar todo el material e instrumental, acondicionarse el lugar para ejercer su trabajo, asumir los gastos corrientes, buscarse los clientes, gestionar su facturación y pago de impuestos. Y, aunque parezca que no tiene patrón, la plusvalía no desaparecerá, trabajará como subcontratado para una gran empresa que se llevará todos los beneficios y ni uno de los costes que hasta ahora asumía el empresario.


Pero lo más importante, la gran victoria del nuevo discurso, es que ya no hay compañeros de gremio. Aquello de los “compañeros del metal” con los que uno se reunía en asamblea y después se movilizaba por mejores condiciones laborales se ha terminado. Esos compañeros, por si no se ha dado cuenta el nuevo emprendedor, son la competencia. Hay que preparar un presupuesto más bajo que el de ellos, echar más horas que los demás para terminar lo contratado antes, ahorrar lo máximo en gastos, aunque sea obviando medidas de seguridad o cobrando en negro. El neoliberalismo dispersa a las clases y grupos sociales que pueden enfrentarlo y los disuelve en relaciones de competencia individualista donde los compañeros pasan a ser contrincantes. Y, encima, nos convence de que ahora somos más libres y es un momento de oportunidades.
Fuente fotografía: http://www.jovenesemprendedores.es/la-opcion-de-latinoamerica-para-los-emprendedores/ 

dimecres, 11 de setembre del 2013

La educación es una cuestión de responsabilidad colectiva y social, no de caridad individual organizada. NO AL MECENAZGO EN LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS

La contrarreforma educativa del gobierno del PP llevada a cabo en los 2 últimos años hace muy difícil a unos 30.000 estudiantes la continuación de sus estudios superiores por no poder hacer frente al precio de las tasas: las matrículas han aumentado entre un 22% y un 92%  y los másteres y repeticiones de cursos hasta un 362%, tal y como el autor del artículo que reproducimos a continuación expone. 

La propuesta de algunxs responsables universitarios de plantear el mecenazgo como solución a un problema tan grave como es el desmantelamiento de la educación pública, con el recorte de 13.000 puestos de trabajo en los últimos 5 años, y la exclusión de miles de estudiantes de las universidades por motivos económicos, no hace más que agudizar el problema. En primer lugar, porque convierte un derecho de todxs en un privilegio de algunxs que podrán verse favorecidos en función de la impredecible sensibilización de ciertas personas que decidan, en un momento determinado, aportar fondos a esta causa, y en segundo lugar porque abre las puertas de par en par a la mercantilización de la investigación y el conocimiento que se pondrán al servicio de intereses privados, ahora bajo la forma del mecenazgo.

¿Estaremos viviendo ya en una distopía cuando colaboramos tan generosamente con aquéllxs que han desplegado todas sus armas para expoliarnos?

Enrique Javier Díez Gutiérrez, Doctor en Pedagogía, Licenciado en Ciencias de la Educación, Diplomado en Educación Social y en Trabajo Social y Profesor de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de IU, te explica cual es...

La responsabilidad social frente a la caridad organizada

Si estrangulas a alguien hasta que no le quede prácticamente oxígeno, su cara delatará que prefiere respirar, aunque sea mediante respiración asistida, que morirse asfixiado. Si condenas a alguien al paro de larga duración, con una familia a la que mantener, seguramente preferirá un minijob precario y esclavo que dejar morir de hambre a su familia. Si recortas y saqueas el dinero público destinado a educación, dedicándolo a rescatar entidades bancarias y financieras que vivieron por encima de nuestras posibilidades, la caridad, el mecenazgo, las donaciones “filantrópicas” y los “padrinos” empezarán a parecer alternativas “razonables”, o al menos alternativas posibles para algunos gestores universitarios, ante la destrucción y el desmantelamiento que vive actualmente la Universidad y la investigación pública.
Es la denominada “doctrina del Shock” que tan magistralmente ha analizado Noami Klein en su libro subtitulado El auge del capitalismo del desastre. La terapia de shock que se impone mediante reformas continuas, que destruyen instituciones y bienes públicos, generando “atractivas oportunidades de mercado”, provocan situaciones de trauma colectivo que facilitan los programas de ajuste. Las sociedades en estado de shock, analiza esta autora, renuncian a valores que de otro modo defenderían con entereza.

Esto es lo que entiendo que le está pasando a la presidenta de la CRUE y rectora de la Universidad de Málaga o al rector de la Complutense. Sus propuestas de crear bolsas de caridad captando “donaciones” de empresas y particulares para costear los estudios a alumnado sin recursos, parecen confirmar que son víctimas del electroshock neoliberal.

La propuesta de “bolsa de donativos” que la máxima autoridad universitaria nos presenta como alternativa a los recortes del Partido Popular no hace sino profundizar la lógica brifonte del conservadurismo neoliberal más rancio: recortar derechos básicos, accesibles a toda la población, para convertirlos en una mal entendida “caridad” que “generosos padrinos” otorgarán a algunos elegidos para ser rescatados del pozo sin fondo que a todos los demás han arrojado los recortes sociales. Recortes en la financiación pública destinada a los derechos y servicios básicos, como educación, porque se ha tomado la decisión política de destinarlos a rescatar “sus” bancos y “sus” grandes consorcios empresariales y financieros.

Parece que volvemos a la época que el director de cine Berlanga retrataba en su película Plácido, donde describía la tradicional campaña navideña en la España de la posguerra basada en el lema “Siente a un pobre a su mesa”. Convertir las Universidades públicas en ONGs que piden “apadrinar” estudiantes no sólo es de por sí indignante en el actual contexto de recortes de derechos, sino que supone un auténtico atentado contra los derechos conquistados por la ciudadanía y contra la obligación política ineludible consagrada en la Constitución de garantizar este derecho fundamental a la educación. Retroceder a la época donde sólo quienes tenían mecenas podían acceder a los estudios superiores supone una regresión histórica en la conquista de los derechos sociales.

Según esta filosofía de la mezquindad, parece que los 30.000 estudiantes que fuentes de EL PAIS calculan están al borde de la expulsión de la Universidad por no poder pagar sus estudios universitarios, se verán abocados a poner un anuncio en el periódico o deambular por las calles de nuestras ciudades con carteles que anuncien “se busca padrino para estudiante pobre” para no ser expulsados de los “templos del saber” por querer formarse y tener un título universitario.

Recordemos que desde el 2010 el PP ha recortado 1.200 millones a las Universidades Públicas y que las Comunidades Autónomas deben a las Universidades 1.000 millones de euros. Que el PP ha encarecido los precios de las matrículas de las Universidades Públicas, oscilando la subida entre el 22% y el 92% en buena parte de las Comunidades gobernadas por partidos conservadores y muchísimo más los másteres y las repeticiones de curso, llegando en algunos casos al 362% de incremento. Igualmente el PP ha recortado sustancialmente las becas y ayudas a los estudios y ha endurecido los requisitos para conseguirlas y mantenerlas. Si a esto sumamos que han recortado más de 13.000 puestos de trabajo en los últimos cinco años en las Universidades públicas, mientras que el número de estudiantes creció casi en 90.000, nos encontraremos con el dilema del inicio: si estrangulas las Universidades públicas hasta que no les quede prácticamente oxígeno, prefieren respirar, aunque sea mediante respiración asistida, que morirse asfixiadas. El gran problema es el “precio” de esa respiración asistida.

Porque las “donaciones” filantrópicas pueden ser una ínfima minoría, como la pensionista que relata la rectora de Málaga, que se ofrecía a pagarle los estudios a un alumno que se hubiera quedado fuera de la enseñanza superior por problemas económicos. Es loable este gesto de solidaridad y apoyo, pero la inmensa mayoría de los “filántropos” son quienes tienen recursos y se han enriquecido lo suficiente como para enfocarlo como una “oportunidad” y una inversión, con su correspondiente desgravación fiscal por supuesto. Porque lo que se ha venido comprobando en el ámbito anglosajón, donde estas prácticas son más habituales, es que quien paga manda.

Son los patrocinadores y donantes quienes establecen las políticas y orientaciones de las Universidades. Tal como nos augura la nueva reforma universitaria auspiciada por el PP en España, pero cuyas estrategias básicas ya se empezaron a implementar con anterioridad, introduciendo los Consejos Sociales como espacios de participación empresarial y que se está convirtiendo en lobby de presión de las grandes compañías y donantes en el ámbito universitario. No son precisamente los movimientos sociales, las plataformas antideshaucios, las ONGs, los movimientos feministas, quienes están sentados en los Consejos Sociales. No son precisamente los trabajadores y trabajadoras de este país, expoliados sistemáticamente por las reformas laborales o de pensiones y que han dejado su piel para que sus impuestos rescataran a los bancos, los que pueden hacer donaciones. Es esa España del 1%, la “marca España”, la que De Guindos afirma que crecerá en el 2014 por las reformas hechas por “sus” dirigentes políticos, la que puede verlo como una “oportunidad” de negocio.

Se genera así un círculo vicioso, donde los recortes en la financiación pública de la universidad son considerados como “incentivos” para que las universidades públicas busquen financiación privada. De esta forma, en todo el mundo, las universidades están ofreciendo sus instalaciones científicas y su inestimable credibilidad académica para que las grandes empresas las utilicen. Los donantes imponen su logotipo en las paredes y los espacios universitarios, vuelven a bautizar los edificios y promueven cátedras a cambio de una denominación que revela el origen de los fondos. La investigación que proviene de estas cátedras responde a los intereses de quienes las patrocinan, no sólo porque son quienes las financian y ante quienes hay que demostrar la eficacia de su inversión a través de resultados “tangibles” y que produzcan “beneficios”, sino también porque recortan y definen los temas e intereses de las investigaciones, así como las prioridades de las mismas. De esta forma, el valor mercantil de las investigaciones prevalece sobre su contenido científico. La “disciplina por el dinero” que se impone en el mundo universitario, al dejar al mercado la decisión acerca del reparto de los recursos y las recompensas, introduce muy serias amenazas en la vida intelectual y el pensamiento, tan peligrosas como las del maccarthismo ideológico.

La penetración de la lógica del beneficio conduce a que los rectores y las rectoras de las propias Universidades públicas acaben desempeñando un papel similar al de los representantes de comercio, siendo valorados por su capacidad para conseguir fondos privados. Mientras, se está poniendo en el disparadero a los estudiantes con menos recursos, porque los que son herederos de la “marca España”, de ese 1% enriquecido, no tienen ni tendrán problema para seguir en la Universidad cinco o cincuenta años.

El problema de fondo no sólo es que las políticas neoliberales y neoconservadoras se estén aplicando para excluir a buena parte de la población que fue incluida en los últimos treinta años en el sistema educativo universitario, sino que se está produciendo una mutación de la propia concepción de la Universidad pública como un derecho. Porque esta filosofía de la mezquindad apela al altruismo, frente al derecho. A la caridad volátil y discrecional de los donantes privados, frente a la responsabilidad de los poderes públicos. Como si de nuevos pobres se tratara, los estudiantes tendrán ahora que pasar la gorra y pedir limosna si quieren estudiar.

La educación es una cuestión de responsabilidad colectiva y social, no de caridad individual organizada. No se trata de cuestionar la virtud moral de quien se conmueve y siente piedad por sus semejantes, proponiendo actos de solidaridad o apoyo. Se trata de que un Estado Social y de Derecho debe garantizar con sus políticas públicas los derechos de su ciudadanía, no disfrazar bajo un sentido caritativo y moral su responsabilidad política en la amputación de los derechos de nuestros estudiantes.

Artículo publicado en Tercera Información
Fuente fotografía: http://www.forocomunista.com/t14276-estrategia-universidad-2015-el-mayor-ataque-a-la-universidad-publica-espanola

dilluns, 9 de setembre del 2013

POR SI AÚN TIENES ALGUNA DUDA SOBRE CÓMO SON LAS PERSONAS QUE DIRIGEN ESTE PAÍS, JAVIER MARÍAS TE LO EXPLICA

Aunque los desapruebe, uno a veces comprende los procederes canallescos de políticos y empresarios. Entiende que quieran hacer lo que les venga en gana, que barran siempre para casa, que los unos aspiren a disfrutar de un poder cada vez más absoluto y amedrentador y los otros a mejorar hasta el infinito sus márgenes de beneficio a costa de la explotación de sus trabajadores y de encarecer sus productos. Uno se explica, hasta cierto punto, que todos añoren los tiempos de los señores feudales y ansíen retroceder lo más posible hasta ellos; al fin y al cabo, les resulta lo más cómodo y ventajoso. Todo partido político mira con envidia las épocas totalitarias (o los regímenes, que perduran en demasiados lugares), y su sueño sería, en el fondo, obtener en las elecciones lo que una vez se llamó “mayorías a la búlgara”, es decir, un porcentaje de votos del 98% o así. Y todo empresario desalmado siente nostalgia de los días en que los empleados carecían de derechos y de protección, cuando podían contratar y despedir sin aviso ni indemnización alguna, cuando nada era “improcedente” en su ámbito y decidían a diario, caprichosamente, qué jornaleros trabajaban y cuáles no, tanto en las faenas del campo como en numerosas fábricas. Echan de menos ser temidos y también ser vistos como “dispensadores de favores”, como individuos magnánimos que podían espetarle a un desesperado: “Mira, te voy a hacer el inmenso favor de permitirte trabajar hoy para mí. Como el favor es inmenso, habrás de agradecerme que te pague una miseria y que disponga de todo tu tiempo a mi voluntad. No te quejarás de nada, faltaría más, ni pretenderás conseguir más de mí, ni por tu eficacia ni por tu antigüedad. Ten en cuenta que si te retiro el favor, tú y los tuyos no tendríais ni qué comer”. Expresado así, este discursillo suena a siglo XIX si no a medieval, pero si suavizan un poco los términos y se paran a pensar, verán que de hecho es a lo que se intenta volver, en gran parte del globo y desde luego en nuestro país.

Y ya digo, uno lo entiende, que estas condiciones las quieran recuperar los políticos y empresarios sin escrúpulos. Lo que ya le cuesta más concebir es que, tras un larguísimo periodo en el que las relaciones laborales no han sido así, en el que la gente ha aprendido a luchar por sus derechos y a trabajar con dignidad, esos individuos sean tan tarados (lo utilizo como se hace en el lenguaje coloquial) que ni siquiera sepan disimular y llevar a cabo su retroceso con discreción. Creo que todos nos condenamos y perdemos mucho más por lo que decimos que por lo que hacemos, y que se tolera mejor el doblegamiento y la explotación que la chulería y el recochineo. Son estos últimos los que a veces llevan a la gente a saltar, a agarrar una tea e incendiar unas oficinas o un banco, o a agredir al cretino de turno que ofende además de pisotear. La CEOE –los empresarios españoles– parece estar en manos de completos idiotas desde hace mucho, ellos sabrán por qué los eligen, o quizá es que en sus filas no hay más. Fue Presidente suyo Díaz-Ferrán, que no se abstuvo de soltar vilezas antes de parar en la cárcel acusado de delitos de gravedad. Ahora la preside Juan Rosell, que recientemente ha hablado de los “privilegios” de los contratos indefinidos (se refería a derechos, pero para él es “privilegio” cuanto no sea sometimiento e indefensión del trabajador) y ha propuesto retirárselos para incrementárselos a los contratos temporales, como si eso fuera a ser verdad. Es tan falso como que la reducción de salarios redunde en mayor empleo: redunda tan sólo en el dinero que los empresarios se ahorran y guardan, y eso lo saben hasta las cabras, aunque no el FMI ni el comisario europeo Olli Rehn.


Rosell ha destacado que los temporales son el 90% de los contratos que se hacen, y ha añadido como un ceporro: “y gracias”. Esa chulería y ese recochineo encorajinan a la gente infinitamente más que las propias condiciones abusivas de la “reforma laboral” de este Gobierno. Como, más que ver emigrar a los vástagos porque no encuentran empleo aquí, a los padres los enfurece que Esperanza Aguirre afirmara: “Los jóvenes se van por espíritu aventurero”, o que Fátima Báñez, precisamente Ministra de Empleo, redujera el forzoso éxodo a mera “movilidad exterior”. O que el de Educación, Wert, sostuviera que si los chicos no estudian, no es por las caras tasas que ha impuesto, sino porque muchas familias “no quieren dedicar dinero a la educación de sus hijos”; cuando es sabido que es lo primero que los padres procuran desde tiempo inmemorial. Aún más que ver a sus niños malnutridos, a la gente le indigna que los tertulianos afines al PP critiquen que en Andalucía se les diera una modesta merienda a esos críos y la califiquen de abuso al contribuyente y clamen: “Ya, y qué más. Que les regalen también una bici, si te parece”.


He hablado otras veces de la conveniencia de la hipocresía. Cuando los empresarios y políticos son tan zotes que prescinden de ella y se dedican a chulearse, están tensando demasiado la cuerda, y ninguno queremos ver agresiones ni teas. Lo sabe cualquiera que haya leído dos libros de historia. Ya se ve que estos sujetos ni siquiera han leído uno en su vida. ¿Qué hacen ahí, tamaños lerdos?

Artículo publicado en El País
Fuente fotografía: http://raulandreutena.blogspot.com.es/2011/08/galeras-remar.html

divendres, 6 de setembre del 2013

GENTRIFICACIÓN: LA LUCHA DE CLASES EN LA CIUDAD


Con este título se celebrarán en Madrid, los días 11, 12 y 13 de Septiembre, unas jornadas dedicadas a la gentrificación, proceso mediante el cual las administraciones públicas arrebatan a sus habitantes de baja renta las zonas deterioradas situadas en los centros urbanos, para así poder vender estos espacios a intereses privados con el fin de reconvertirlos en lugares aptos para personas de un nivel de riqueza muy superior.

Estxs ciudadanxs de bajos ingresos, despojadxs de sus viviendas, son expulsadxs a las periferias, perdiendo de esta manera su modo de subsistencia y precarizando aún más su situación, viéndose abocadxs muchxs de ellxs a vivir en la calle. Previamente y de manera deliberada, los gobiernos locales han dejado que estas zonas se deteriorasen para, posteriormente, estigmatizarlas y plantear su plan de remodelación -que en realidad es un plan de expropiación- como solución a un problema que ellos mismos, y de manera interesada, han creado como paso previo.

Esta actuación, que no contempla el componente social, sino únicamente la dimensión urbanística, forma parte de un proyecto minuciosamente planificado y a largo plazo. En el caso de la ciudad de Sao Paulo, en Brasil -cuyo ejemplo de resistencia civil es único en el mundo- se prevee que el derrocamiento de edificios, que han sido estrategicamente seleccionados y cuyos espacios ya tienen adjudicado un destino final, acabe en el plazo total de 15 años.

Os recomendamos los vídeos siguientes y los artículos que los acompañan. Aunque los casos de gentrificación son innumerables y se extienden por todo el mundo, hemos escogido 3 ciudades: New York, Sao Paulo y México DF.
La administradora del blog

Por si quieres saber más... ¿Qué es la GENTRIFICACIÓN?


  • 2 LUZ. BAIRRO DA SANT IFIGENIA E LUZ, SAO PAULO (BRASIL)

  • 3 MÉRIDA 90. COLONIA ROMA, DISTRITO FEDERAL (MÉXICO)

Fuente fotografía: http://www.observatoriometropolitano.org/

UN AÑO SIN SANIDAD UNIVERSAL

Publicado en Periodismo Humano. El reportaje documental “Un año sin sanidad universal” recoge testimonios de médicxs objetorxs, asociaciones y pacientes afectadxs por esta reforma. En los casos en que la ley contemplaba la atención sanitaria como excepción, se han producido numerosas irregularidades, la más mediática hasta la fecha ha sido la muerte de Alpha Pam, un joven senegalés que falleció a causa de una tuberculosis no tratada.


Aunque lxs principales afectadxs durante este año han sido lxs inmigrantes sin papeles, el cambio legislativo supone la transformación de un sistema de sanidad universal en el que todos lxs ciudadanxs tenían derecho a las mismas prestaciones, sin importar su condición, a una nueva situación que nos retrotrae al pasado. Una vuelta atrás a una época en que los que no eran trabajadores y beneficiarixs de lxs trabajadorxs tenían otra sanidad de peor calidad que era la beneficencia, una “sanidad para pobres”.


El documental incluye testimonios de afectadxs directxs por la aplicación del decreto, la posición de lxs profesionalxs de la salud y de miembros de las organizaciones sociales que se enfrentan a la aplicación de las nuevas medidas.


Informe “Un año de exclusión sanitaria, un año de desobediencia”  elaborado con motivo del aniversario de la entrada en vigor del RDL 16/2012.
  



dimecres, 4 de setembre del 2013

Darth Nader, periodista y escritor árabe, te explica porqué está en contra de la intervención estadounidense en siria

El artículo que reproducimos a continuación ha sido publicado por la revista Trasversales, que también lo ha traducido al castellano. Puedes leer el texto original en inglés en la web del autor, DARHT NADER, que es presentado por esta publicación como un intelectual "anarquista, antifascista, antiorientalista, disidente internacionalista, que declara "Crecí en Beirut, pero Homs es mi hogar"".

Aunque desde este blog nos posicionamos radicalmente en contra de cualquier tipo de violencia, el autor del texto que presentamos defiende la lucha armada contra aquéllos que sojuzgan al pueblo sirio. Somos conscientes que nuestra postura ha sido adoptada sin la amenaza del  horror: no sufrimos el ensañamiento, la persecución o el hambre y no tememos por nuestras vidas. Sabiendo que es más fácil posicionarse en el pacifismo cuando no esperamos que nadie llame a nuestra puerta para arrastrarnos a la calle y dispararnos -a veces, en el mejor de los casos- hemos querido publicar este texto por su interés humano y por la sencillez de los argumentos que se exponen y que explican, de una manera muy clara, lo inaceptable de una intervención norteamericana que, con la excusa de actuar movida por causas humanitarias, piensa destruir al pueblo sirio -y acabar con su lucha de liberación- para salvarlo (qué ironía) del tirano. 
 La administradora del blog

Intervenciones y Revolución Siria

La revolución siria es una revolución que comenzó como una lucha por la autodeterminación. El pueblo sirio exigía determinar su propio destino. Y, desde hace más de dos años, contra todo pronóstico, ha perserverado en ello haciendo frente a la masiva represión y a la destrucción perpetradas por el régimen de Assad.

En el curso del proceso revolucionario, muchos otros agentes han aparecido en escena para trabajar contra la lucha por la autodeterminación. Irán y sus milicias, con el apoyo de Rusia, acudieron en ayuda del régimen para asegurar que el pueblo sirio no obtuviese ese derecho. Los yihadistas del Estado Islámico de Irak y Al Sham y otros, con el pretexto de "la lucha contra el régimen de Assad", actuaron en contra de este derecho también. Y tengo los mismos sentimientos respecto a cualquier intervención occidental.
Algunos podrían argumentar tras el largo camino recorrido ya no se trata de la autodeterminación, sino, más bien y simplemente, de detener la matanza. No puedo compartir esa posición. Si se tratase simplemente de detener la matanza, entonces yo habría apoyado la llegada de los yihadistas, porque nadie puede negar que eran los mejor armados y mejor equipados para desafiar al régimen de Assad. Pero no lo hice, como otros muchos, porque sabíamos que, a pesar de su capacidad para desafiar al régimen, no comparten los objetivos del pueblo sirio. Querían controlar al pueblo sirio, y sofocar su capacidad de decidir su propio destino. Debido a esto, eran contrarrevolucionarios, aunque luchaban contra el régimen.

Y ahora, de cara a una posible intervención occidental en Siria, mantengo la misma posición. Muchos dirían que estoy siendo ideológico y que debería centrarme en detener la matanza, pero esas personas están haciendo caso omiso de que, incluso en términos pragmáticos y dentro de su propia línea de razonamiento, su argumento no se sostiene, tras la insistencia de los gobernantes de EEUU en que "sólo serán ataques punitivos" y que "no tienen la intención de derrocar al régimen".


¿Qué indicios hay de que estos ataques van a hacer nada para detener la matanza o "resolver" la crisis de Siria?
No me preocupa el asunto de la soberanía. En la actualidad Siria se ha convertido en una tierra para todos, menos para los sirios. Si me opongo a la intervención occidental no es por el mito de la soberanía de Siria. Tampoco me opongo por la posibilidad de destrucción de Siria, que ya ha sido destruida por este régimen criminal. Me opongo a la intervención occidental porque va a actuar en contra de la lucha por la autodeterminación, es decir, en contra de la revolución siria.
Assad utilizó armas químicas contra su propio pueblo. No tengo ninguna duda sobre esto. Y esto podría haber sido evitado si la resistencia siria hubiera obtenido las armas necesarias para inclinar la balanza contra el régimen. Pero las potencias extranjeras se quedaron mirando mano sobre mano porque no querían que ganase Assad pero tampoco querían que ganase la resistencia.


Dijeron que no podían dar armas al pueblo sirio para defenderse, ¿quién sabe en qué manos podrían terminar? Por ejemplo, podrían haber terminado por casualidad en manos de sirios que quisieran determinar su propio destino, a pesar de los intereses extranjeros.

Así que hemos vuelto al punto de partida. Nadie armó a la resistencia siria, que fue así asesinada por el régimen u obligada a soportar la infiltración yihadista. Así Assad utilizó armas químicas contra los sirios, y Occidente quiere responder dando a Assad una lección, una respuesta que sigue garantizando que los sirios no tengan voz sobre su propio futuro. Y el régimen probablemente sobrevida a cualquier intervención "punitiva" occidental y la matanza no cese.

Pero a pesar de todo eso, seguirá viva la revolución siria, en cuyo corazón se encuentra la lucha del pueblo sirio por la liberación y por determinar su propio destino.

Fuente fotografía: http://www.taringa.net/posts/noticias/10660135/Obama-sigue-pensando-en-la-paz-y-democracia-en-Medio-Oriente.html