LES ALTERNATIVES DE GESTHA

Moltes d'aquestes propostes podrien aplicar-se en el termini d'un any.

CUANDO QUEDAS ATRAPADX EN LA DESTRUCCIÓN, DEBES ABRIR UNA PUERTA A LA CREACIÓN. Anaïs Nine

Es de las crisis que nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Albert Einstein

INTERFERÈNCIES

Los diputados del pueblo no son sus representantes, sólo son sus comisarios. Las leyes que el pueblo mismo no ratifica no tienen validez, son leyes nulas. Jean-Jacques Rousseau

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Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del brillo del agua, ¿Cómo podrán ustedes comprarlos? Gran Jefe Seattle

EL ACONTECIMIENTO #15M

No me fio de la incomunicabilidad, es la fuente de toda violencia. Jean-Paul Sartre

dimarts, 27 de maig del 2014

PODEMOS

 


diumenge, 25 de maig del 2014

La desigualdad es hoy mayor que durante el Imperio Romano

Thomas Piketty es diretor de estudios en la EHSS -École des Hautes Études en Sciences Sociales- y profesor en la Escuela de Economía de París. Es autor de diversos libros y numerosos trabajos de investigación, publicados en las más prestigiosas revistas científicas internacionales, relacionados con el desarrollo de la economía y el reparto de la riqueza, con los que ha puesto en evidencia la relación estrecha entre desarrollo y desigualdad. 

El artículo que reproducimos a continuación, publicado en Cuarto Poder, vierte algunas de las conclusiones del estudio científico que el autor, junto con otros 30 investigadores, han llevado a cabo a cerca de la evolución de la desigualdad en Estados Unidos y Europa desde finales del siglo XIX hasta nuestros días, reforzándo la tesis que Silvia Federici defiende en su obra Calibán y la Bruja, mujeres, cuerpo y acumulación originaria y que sintetiza de la siguiente manera:

"Resulta, por lo tanto, imposible asociar el capitalismo con cualquier forma de liberación o atribuir la longevidad del sistema a su capacidad de satisfacer necesidades humanas. Si el capitalismo ha sido capaz de reproducirse, ello sólo se debe al entramado de desigualdades que ha construido en el cuerpo del proletariado mundial y a su capacidad de globalizar la explotación. Este proceso sigue desplegándose ante nuestros ojos, tal y como lo ha hecho a lo largo de los últimos 500 años.

La diferencia radica en que hoy en día la resistencia al capitalismo también ha alcanzado una dimensión global."

No te pierdas el artículo de Miguel Ángel Criado, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, publicado, como decíamos anteriormente, en Cuarto Poder:
La administradora del blog

A finales del siglo II de esta era, el 1,5% de los romanos acaparaba el 20% de la renta del Imperio. Hoy, en Estados Unidos, el 1% de la población dispone del 20% de la renta nacional. Casi 2.000 años de progreso y la desigualdad entre ricos y pobres, en vez de acortarse, ha aumentado. Ese y otros muchos datos es lo que arroja una edición especial de la revista Science sobre el origen, evolución y futuro de la desigualdad. La sensación final es que, con el sistema actual, la brecha no se cerrará.


Con ingentes cantidades de datos, registros de impuestos que se remontan al siglo XVIII o los últimos hallazgos arqueológicos, decenas de economistas, historiadores y hasta físicos han puesto el ojo científico sobre el fenómeno de la desigualdad. El resultado es una decena de estudios publicados por la revista científica más prestigiosa y poco dada a dejar hueco a la política o la economía en sus páginas. Sus conclusiones desmontan unos cuantos mitos sobre el supuesto progreso de la civilización humana.


El trabajo central sobre el que orbita el especial es la revisión que hace el economista francés Thomas Piketty de la evolución de la desigualdad en Estados Unidos y Europa desde finales del siglo XIX. Famoso por su libro Le capital au 21e siècle (El Capital en el siglo XXI, no editado aún en español), Piketty ha reunido una treintena de investigadores para realizar la más completa historia económica de los últimos siglos basándose en los datos de los impuestos de 25 países desarrollados, entre ellos España.


Su ejercicio de Big Data les ha permitido demostrar que el avance económico no reduce la desigualdad, sino que la aumenta. En cuanto a la renta, antes de la I Guerra Mundial, el 10% de la población europea tenía entre el 45 y el 50% de la renta nacional. En Estados Unidos, había entonces más igualdad. El top 10 acaparaba el 40% de la renta. Con datos de 2010, el 10% de los estadounidenses dispone de casi la mitad del total. Los más ricos entre los europeos contaban con el 35%. Para Piketty, este descenso es una anomalía en la tendencia debida a las dos guerras que asolaron Europa.


En cuanto a la riqueza, entendida como capital acumulado, la desigualdad es aún más marcada. En Estados Unidos, el 10% de la población posee el 70% de la riqueza, el mismo porcentaje que hace 100 años. En Europa las cosas han mejorado. Del 90% poseído por el 10% más rico se ha pasado al 65%. La diferencia se debería a la emergencia de una clase media adinerada. Lo que no cambia es que más de la mitad de los ciudadanos de ambas orillas del Atlántico se tienen que conformar con el 5% de la riqueza.

El gráfico muestra el porcentaje de renta obtenido por el 10% más rico de EEUU entre 1913 y 2012. / Alvaredo, Facundo, Anthony B. Atkinson, Thomas Piketty and Emmanuel Saez (topincomes.gmond.parisschoolofeconomics.eu)
Sobre esta base, Piketty y sus colegas vaticinan que la desigualdad en los países más desarrollados aumentará en este siglo. Y lo hará porque,  mientras los rendimientos del capital se mantendrán entre el 4% y el 5%, como ha sido la constante en los últimos 100 años, la tasa de crecimiento se quedará entre el 1% y el 1,5%. Así que la brecha entre capital y renta seguirá creciendo a no ser que, como postula el economista francés, se imponga algún tipo de tasa mundial al primero.

La paradoja de la educación


Considerada tradicionalmente la herramienta más eficaz para combatir la desigualdad, la educación estaría creando nuevas desigualdades. Esa es la provocadora conclusión de otro de los estudios que componen el especial de Science. Su autor, el economista del Instituto Tecnológico de Massachusetts David Autor, muestra como en las últimas décadas ha surgido una especie de clase supermedia. El fenómeno es especialmente evidente en Estados Unidos.


Relacionado con la revolución provocada por la tecnología, en especial la informática e internet, la distribución de los ingresos entre el 99% de la población menos rica se ha diversificado hasta crear grandes diferencias marcadas por la formación.


Los universitarios estadounidenses, por ejemplo, ganan hoy el doble más de lo que ganaban en 1979 en comparación a los ingresos de los que se quedaron en los estudios secundarios. Y el fenómeno es extrapolable al resto de países desarrollados. Un análisis con 12 naciones miembros de la OCDE muestra que la diferencia entre lo que gana el 10% de los mejor pagados frente al resto ha crecido entre el 25% y el 100% en los últimos 30 años.


En el caso de los países en desarrollo hay una doble desigualdad: dentro de cada uno de ellos y  respecto de los países ricos. A pesar de algunas mejoras absolutas, la brecha relativa se ha acrecentado en ambos casos en la mayoría de las naciones menos desarrolladas.


Martin Ravallion, de la Universidad Georgetown de Washington hace una revisión de los últimos datos. La reducción de los casos más extremos de pobreza absoluta no sirve para compensar hechos en principio sorprendentes: La región de América Latina es de la que más ha acortado su distancia con el primer mundo. Sin embargo, la desigualdad dentro de cada país ha crecido en ocasiones hasta en un 50%.


Pero lo más descorazonador es que este trabajo desmonta otro mito. Desde que comenzó el siglo, el mundo en vías de desarrollo ha experimentado tasas de crecimiento económico que para sí quisieran los más ricos. Sin embargo, y en contra de la ortodoxia que vincula crecimiento y reducción de la pobreza, Ravallion ha encontrado una correlación pequeña pero negativa entre ambos. A más crecimiento, mayor pobreza y desigualdad. Como se preguntaba el editorial de Science, ¿acaso es inevitable la desigualdad?
  
Fuente fotografía: http://www.thestar.com/news/the_world_daily/2014/04/meet_thomas_piketty_the_next_rock_star_economist.html

dijous, 22 de maig del 2014

EL ACUERDO TRANSATLÁNTICO: EL FIN DE LA DEMOCRACIA

Publicado en NUEVA TRIBUNA.  Texto de John Hilary, director ejecutivo de War on Want. Hilary ha publicado textos sobre una gran variedad de asuntos del ámbito del comercio y la inversión en los últimos 20 años, y en 2013 fue nombrado profesor honorario por la School of Politics and International Relations de la Universidad de Nottingham. Su nuevo libro, The Poverty of Capitalism: Economic Meltdown and the Struggle for What Comes Next, se publicó en Pluto Press en octubre de 2013
El TTIP no debe entenderse como un acuerdo entre dos socios comerciales competidores, sino como un asalto a las sociedades europea y estadounidense por parte de las corporaciones transnacionales con el objetivo de abrir y desregular mercados a ambos lados del Atlántico.

El Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión  (ATCI o TTIP, por sus siglas en inglés) es un extenso tratado sobre libre comercio e inversión que están negociando (en secreto) la Unión Europea y Estados Unidos. El presidente Barack Obama fue el primero en anunciar sus intenciones de emprender las negociaciones para alcanzar un TTIP durante su discurso sobre el estado de la unión en febrero de 2013, y en julio del mismo año tuvo lugar la primera ronda de negociaciones entre la Comisión Europea y los funcionarios estadounidenses. El objetivo es llevar a cabo las conversaciones lo más rápidamente posible y sin que los detalles lleguen a la opinión pública, con la esperanza de poder cerrar las negociaciones antes de que la ciudadanía en Europa y EE.UU. descubra la verdadera envergadura de la amenaza que supone el TTIP.


Como ya han admitido funcionarios de ambas partes, el objetivo principal del TTIP no es estimular el comercio eliminando aranceles entre la UE y los EE.UU., pues son tan bajos que apenas pueden reducirse ya. Su principal finalidad es, como ellos mismos han reconocido, eliminar las “barreras” reguladoras que limitan los beneficios potenciales de las corporaciones transnacionales a los dos lados del Atlántico. Ahora bien, estas “barreras” son en realidad algunas de nuestras normativas más preciadas en materia de derechos sociales y medio ambiente, como los derechos laborales, las normas de seguridad alimentaria (incluidas las restricciones a los OGM), las regulaciones sobre el uso de substancias químicas tóxicas, las leyes de protección de la privacidad en internet e incluso las nuevas garantías en el ámbito bancario introducidas para prevenir otra crisis financiera como la de 2008. En otras palabras, no podría haber más en juego.


Además de su programa desregulador, el TTIP también anhela crear nuevos mercados abriendo el sector de los servicios públicos y la contratación pública a las empresas transnacionales, lo que amenaza con provocar nuevas olas de privatizaciones en sectores clave como la sanidad o la educación. Lo más preocupante es que el TTIP pretende conceder a los inversores extranjeros el derecho de demandar a gobiernos soberanos frente a tribunales de arbitraje ad hoc para reclamar pérdidas de beneficios derivadas de decisiones sobre política pública. En la práctica, este mecanismo de resolución de disputas entre inversores y Estados eleva el capital transnacional a un estatus equiparable al del Estado nación y amenaza con minar los principios más básicos de la democracia tanto en la UE como en los EE.UU.


Así pues, el TTIP no debe entenderse como un acuerdo entre dos socios comerciales competidores, sino como un intento por parte de las empresas transnacionales de abrir y desregular mercados a los dos lados del Atlántico. Las amenazas que supone este tratado están suscitando cada vez más preocupación entre la ciudadanía de la UE y los EE.UU., y algunos grupos de la sociedad civil están aunando fuerzas con académicos, parlamentarios y otras personas para evitar que funcionarios del gobierno pro-empresariales renuncien a las normativas clave en materia social y medioambiental anteriormente mencionadas. Se anima a todas las personas a oponerse al TTIP, poniéndose en contacto con las campañas locales correspondientes o lanzando su propia campaña.

Fuentes fotografias:
http://www.roth-cartoons.de/stop-ttip-button-aufkleber/ 
https://mikesivier.wordpress.com/tag/ttip/

diumenge, 18 de maig del 2014

La represión selectiva de "nuestro" gobierno a propósito de los comentarios en las redes sociales sobre el asesinato de la presidenta de la Diputaciòn de león

Fernando Flores, profesor titular de Derecho Constitucional y miembro del Institut de Drets Humans de la Universitat de València, analiza la finalidad de las medidas represivas que ha puesto en marcha el gobierno de España a raíz de los comentarios vertidos en las redes sociales sobre el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León y miembra y presidenta del PP de León, entre otros muchos cargos. 

A continuación reproducimos el artículo publicado en el blog colectivo sobre Derechos Humanos ALREVÉSYALDERECHO. No te lo pierdas
La administradora del blog

EJEMPLARIZANTE

Me pregunto si, en un Estado de Derecho, la finalidad de un ataque a (de una intromisión en) las libertades públicas de los ciudadanos por parte de los poderes públicos puede ser “la búsqueda de la ejemplaridad”.

En relación con la reacción ofensiva y violenta de algunas personas en las redes sociales tras el asesinato de la Presidenta de la Diputación de León, desde el Ministerio del Interior se afirma:
“Este tipo de comportamientos no pueden quedar impunes porque si no se da la sensación de que las redes sociales son una isla en la que atacar, insultar, calumniar, defender la violencia o desear la muerte a alguien desde el anonimato sale gratis”.
Imaginemos ahora que el Ministerio del Interior, a la vista de que el grupo parlamentario popular en las Cortes Valencianas ha llegado a tener imputado a un 20% de sus miembros, ordena a la policía a investigar la vida privada de todos –todos– los diputados y diputadas de ese Grupo. Justificándolo así:
“Este tipo de comportamientos no pueden quedar impunes porque si no se da la sensación de que los parlamentos son una isla en la que robar, falsear documentos, traficar influencias, prevaricar, desviar fondos, enriquecerse a costa del erario público, sale gratis”.
Ejemplarizante, ¿no?

Al parecer, para el Gobierno del Partido Popular cualquier cosa es ejemplarizante menos aplicar la Constitución. Sin embargo, lo exigible en sociedades democráticas es que para justificar acciones como las que propone el Ministro del Interior contra los tuiteros se apliquen muy rigurosamente criterios como la previsión legal, el fin legítimo, y la proporcionalidad respecto de las libertades afectadas… Pero lo de la ejemplaridad es nuevo, y de paso inconstitucional.

La ejemplaridad no es un fin legítimo. El fin legítimo puede ser salvaguardar el derecho del injuriado, pero “dar ejemplo”, mostrar que hacer las cosas mal “no sale gratis”, no es un fin legítimo en Derecho. Por lo demás, la ejemplaridad no está prevista por la ley, y es obvio que su aplicación, además de arbitraria (¿es que puedo desear públicamente que muera un etarra, pero no que muera un político, o que pase a mejor vida Justin Bieber?) choca frontalmente con el principio de proporcionalidad que exige la intromisión del Estado en mi privacidad y en mi libertad de expresión.

Resulta obvio que este Gobierno defiende la represión selectiva. Ésta recae sobre las personas que ponen en cuestión sus políticas, y sobre los ámbitos en que ese cuestionamiento circula de forma más libre. Así, para el Gobierno son ejemplarizantes las cargas policiales contra los ciudadanos que se manifiestan, para dar ejemplo y que vean lo que les pasaría si emularan las acciones violentas de unos pocos. Y lo son las monitorizaciones masivas de nuestros correos electrónicos y comunicaciones, para que, encontrado el terrorista, sepamos que si nos aficionamos a enaltecerlo tenemos los días contados.

Cuando era pequeño, en el colegio tuve un profesor que al entrar en clase dejaba sobre la mesa una vara de madera de medio metro. Una vara reluciente con los bordes afilados. Con ella pegaba en los nudillos de las manos a quienes hablaban con los compañeros, aunque fuera para pedir el sacapuntas. Teníamos seis años y la clase era un cementerio. Ejemplarizante. Creo que el Ministro del Interior –el Gobierno del Partido Popular- considera a los ciudadanos, o niños o delincuentes; o niños delincuentes. En suma, enemigos en potencia. Desde esta perspectiva la represión no consiste solo en reaccionar contra una acción presuntamente ilegal o delictiva, sino atemorizar al conjunto de individuos para que la autocensura obre por sí sola. No cabe duda de que resulta mucho más fácil gobernar los cementerios.

En estos días se han escrito varios artículos que explican muy bien, y desde distintas perspectivas, el porqué la iniciativa ejemplarizante del Ministerio no tiene cobertura legal, vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos y es un despropósito político. Por ejemplo, Jesús Maraña en infoLibre, Isabel Elbal en Contrapoder, o José Antonio Marina en El Mundo, argumentan muy razonablemente sobre la hipocresía del Gobierno, sobre los límites rigurosos que le impone el ordenamiento jurídico, así como sobre la conveniencia de no echar mano de la policía y el Código Penal cuando la respuesta a los excesos debe venir desde la educación y la presión social.

Sin embargo, ningún argumento, por ejemplar que sea, va a torcer la posición reaccionaria de un partido y un Gobierno que, en materia de derechos, tiene las cosas claras. Cada vez es más fuerte en mí la convicción de que la que debería ser ejemplarizante, nuestra Constitución (y “esta Constitución” no es sólo una norma, es un pacto político de la Comunidad que se cumple o no se cumple), ya no nos protege, ni siquiera mínimamente, contra los actos autoritarios y violadores de derechos de quienes nos gobiernan. Lo demás, viene por añadidura.

dissabte, 10 de maig del 2014

"Internet se ha convertido en el mayor generador de monopolio económico que se haya conocido en cualquier sistema económico, máxime bajo el capitalismo"

No te pierdas la entrevista que reproducimos a continuación con el profesor e investigador de la historia y la economía política de la comunicación Robert McChesny, concedida a Sally Burch y publicada en la Agencia Latinoamericana de la Información ALAI. En ella se analizan los monopolios naturales de Internet y el de las grandes corporaciones que se sirven de este medio para absorver a las pequeñas y medianas empresas. Así mismo, el autor aporta algunas soluciones a un sistema de comunicación que se ha convertido en la más poderosa arma de control al servicio de los gobiernos y los intereses económicos -íntimamente relacionados, como ya sabemos- y que supone un auténtico obstáculo para el desarrollo y el ejercicio de la democracia.
La administradora del blog
“Abandonadas a su curso actual e impulsadas por las necesidades del capital, las tecnologías digitales pueden desplegarse por caminos que son terriblemente adversos a la libertad, la democracia, y cualquier cosa remotamente vinculada con el buen vivir. Por lo mismo, las batallas en torno a Internet son de importancia central para todos quienes buscan construir una sociedad mejor”, escribe el investigador Robert McChesney en la conclusión de su libro sobre el desconecte digital: cómo el capitalismo conduce a que Internet gire contra la democracia . Como profesor de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, el trabajo de McChesney abarca la historia y la economía política de la comunicación. Es también co-fundador de Free Press, organización estadounidense por la reforma mediática. En la siguiente entrevista con ALAI, sintetiza los argumentos de su libro, con énfasis en la tendencia de la economía de Internet a la promoción de monopolios.

¿Cómo desmonopolizar internet?

SB: ¿Cómo caracterizas la evolución de Internet en las dos últimas décadas?

RM: En síntesis, Internet comenzó como una función del sector público. Inició con subsidios del gobierno y no era comercial, incluso era anti-comercial en su primera época. La visión con la que surgió siempre fue como un sector sin fines de lucro, igualitario, donde la gente podía juntarse y compartir. Pero el proceso a partir de inicios de los años 90, especialmente después del invento de la telaraña mundial (World Wide Web), se ha visto marcado por intensa comercialización, de un lado; y de un agresivo interés de las agencias militares, de seguridad nacional, de inteligencia y de la policía por la importancia de Internet, de otro lado. Estas dos fuerzas realmente han hecho de las suyas con Internet en los últimos 20 años de una manera que muy poca gente, no hace mucho como 1993 o 1995, creía posible.

SB: A nivel global, ¿cuáles han sido las principales implicaciones de esta evolución?

RM: Una de las grandes pretensiones respecto a Internet fue que iba a estimular la eficiencia económica, el crecimiento, la competencia; que iba a abrir la economía a nuevos jugadores, especialmente para que pequeñas empresas y nuevos emprendedores puedan entrar en el juego y competir con empresas más grandes, ya arraigadas, porque Internet les permitiría circundar las barreras de entrada que les mantenían alejados de los consumidores y los mercados. También fue visto como un lugar de empoderamiento para los consumidores, quienes tendrían más posibilidades de elección y más opciones a través de Internet para obtener precios más bajos y mejores servicios.

Por desgracia, casi nada de esto se ha hecho realidad de manera significativa, y una de las grandes ironías de Internet es que se ha convertido en el mayor generador de monopolio económico que se haya conocido, en cualquier sistema económico, máxime bajo el capitalismo. En lugar de producir mercados competitivos y una gran cantidad de empresarios exitosos, Internet ha hecho todo lo contrario, y eso debido a la economía de la Red, que básicamente es una economía de "todo para el ganador". Una vez que alguien alcanza el primer lugar, se crea un tremendo incentivo para que todo el mundo pueda usar ese servicio, como los buscadores, por ejemplo, o eBay o You-Tube. Se utiliza el mismo buscador porque se quiere estar en la misma red donde todo el mundo ya está, y con ello se obtiene lo que se llama un "monopolio natural", debido a los efectos de red.

Cuando nos fijamos en Internet, está llena de esos monopolios, no existe una "clase media" de 20 o 30 empresas que compiten en un área. Por lo general hay una empresa que domina, con tal vez una o dos más que tienen una tajada del mercado. Y esto ha acentuado y agravado el problema de la monopolización en el capitalismo moderno, que es, por supuesto, uno de los grandes problemas de la economía mundial.

Ahora bien, esto es especialmente cierto fuera de los EE.UU., porque –y tal vez no sea casualidad– los monopolios que dominan Internet a nivel mundial están basados en EE.UU. Google, Microsoft, Apple, Amazon, eBay, Facebook, son empresas con sede en EE.UU. Estas empresas tienen un poder desproporcionado fuera de EE.UU., y pienso que para quienes viven en países fuera de los EE.UU., su dominio es de particular preocupación.

SB: ¿Y cómo repercute esta dinámica en Internet en el plano de la democracia?

RM: La democracia tiene un montón de componentes, y una de las grandes aseveraciones respeto a Internet era que iba a favorecer que la gente común, gente sin propiedad, pueda participar en la política de una manera que nunca fue pensable antes. Que se iba a poder tener acceso a toda la información que antes sólo estaba disponible para las élites.

Que se podría comunicar a bajo costo con personas de ideas afines y establecer redes que serían muy potentes, que sacudirían ese poder y le obligarían, ya sea a dejar el poder, ya sea a responder a las aspiraciones democráticas del pueblo. Y de hecho hay algo de eso, seamos claros: son muchos los aspectos positivos de Internet para aumentar el poder de los de abajo frente a las jerarquías. Pero cuando se hicieron esas aseveraciones, se olvidaba que los de arriba también poseían computadoras. De hecho, hacen las computadoras, son dueños de las redes y ellos también saben lo que están haciendo, y lo están haciendo para ganar, no están jugando por las reglas del juego. Lo que hacen es neutralizar la amenaza de que Internet se torne una fuerza democrática que puede detener o desafiar el poder de la élite.

Ahora bien, una de las áreas cruciales donde esto ocurre –sobre la cual estudio y escribo mucho– es la gran crisis del periodismo en todo el mundo y en EE.UU. A medida que se avanza cada vez más en el ámbito digital, no hay manera de sostener el periodismo satisfactoriamente, contar con periodistas suficientes para seguir el paso a las personas en el poder y ver en qué andan.

SB: Volviendo a la cuestión de los monopolios… en una economía globalizada, se necesitan acuerdos políticos e instituciones mundiales para establecer las reglas, controles y correctivos necesarios para su funcionamiento, en defensa del interés público (como tienen la mayoría de Estados-nación para restringir los monopolios en el ámbito nacional). Pero cada vez más, las mismas corporaciones globales que ellos deberían estar controlando terminan subordinando estos espacios internacionales.

En lo que respecta a Internet, ¿cuáles consideras son los principales retos a asumir en términos de gobernanza global?

RM: La pregunta es tan buena que contiene parte de la respuesta, ya que es crucial contar con acuerdos globales para el comercio, la economía y la gobernabilidad, especialmente para Internet. Desafortunadamente, debido a que hay tanto dinero invertido ahora en Internet, estos acuerdos de gobernanza están dominados por enormes empresas monopólicas, que son tan ricas y tan poderosas que pueden disponer que el gobierno de EE.UU. sea su fuerza policial privada. La función global actual del gobierno de EE.UU. es proteger los intereses de estos monopolios privados. Nunca hace nada en contra de sus intereses. Esto significa que la posibilidad para los estados nacionales en Europa, América Latina, África o Asia de revertir estas presiones, para crear su propio ámbito digital autónomo, es bastante difícil, ya que implicaría enfrentar prácticamente toda la estructura económica mundial.

SB: Has participado en algunas de las grandes batallas que se desarrollan en EE.UU. en torno a la libertad, los derechos, la democracia e Internet. ¿Cuáles son actualmente los temas centrales?

RM: En mi opinión, los grandes temas en los EE.UU., y creo que en diversos grados en todo el mundo, son tres. En primer lugar, la cuestión de conseguir financiamiento en serio para instituciones mediáticas sin fines de lucro, independientes y no comerciales, sin censura y competitivas, en el plano local y nacional: con algunos colegas estamos trabajando la idea de crear un bono de 200 dólares de fondos federales, que cualquier persona dispondría para entregarlo a un medio de comunicación de su elección. De esta manera se tendría un enorme subsidio público para los medios de comunicación sin fines de lucro, pero no es el gobierno que controlaría quién recibe el dinero, sino la gente.

La segunda gran problemática en este país es que el control sobre el acceso a Internet y a los teléfonos móviles se limita a sólo tres empresas: Comcast, Verizon y AT&T. Hay algunas otras empresas en escena, como Sprint y T-Mobile, pero las tres grandes establecen los términos y las demás siguen. Han dividido el mercado como un cártel, no compiten entre sí; cobran altos precios y los estadounidenses pagamos una cantidad increíble de dinero para la telefonía celular y el acceso a Internet, a cambio de un servicio muy mediocre. Es realmente indignante.

Necesitamos una campaña en EE.UU. –o incluso internacionalmente– para retirar la prestación de servicios de Internet de las manos de los monopolios privados, y establecer algo parecido al servicio de correos.

El acceso a Internet debería ser un derecho humano; el gobierno debe administrarlo y eso permitiría que los costos se desplomen. Será una pelea difícil, porque estas empresas actúan como grupos de presión de clase mundial, tienen a los políticos en su bolsillo, pero su existencia es totalmente ilegítima. No crean nada de valor, salvo estafarnos y obtener ganancias super-monopólicas para brindarnos un pésimo servicio.

El tercer punto -y esto nos lleva de nuevo a la cuestión de los monopolios naturales- es que en fin de cuentas hay tres opciones en una sociedad democrática para hacer frente a los monopolios. Ahora, la forma en que los economistas utilizamos el término monopolio significa básicamente una empresa que controla una parte muy grande del mercado como para poder fijar los precios en toda la industria y también determinar cuanta competencia tiene al frente. Si quisiera borrar todos los demás para tener el 100% del mercado, probablemente podría hacerlo, pero ello menoscabaría sus ganancias, por lo que se conforma con un porcentaje más reducido del mercado y así menos gente queda al margen, pero consigue el máximo beneficio que la industria permite.

Ese es el tipo de dominio monopólico que estamos viendo. John D. Rockefeller, en el pico de su monopolio con la Standard Oil, no contaba con el 100% del mercado del petróleo en EE.UU., creo que su porcentaje máximo llegó a un poco más del 80%, pero se encontraba en una situación en la que, si quería, él tenía el poder de bajar el precio para sacar a los demás del negocio. Simplemente no estaba en su interés hacerlo. Google, Apple, Amazon, Facebook, eBay y PayPal son todos monopolios de este estilo de la Standard Oil y, por regla general, la única competencia que enfrentan en sus mercados monopólicos medulares proviene de los otros monopolios.

Así que si Google tiene un buscador exitoso, entonces por supuesto, Microsoft tendrá otro que compita. Ya no se encuentran empresas independientes capaces de competir con ellos, ya que a todas ellas las van absorbiendo al paso.

Entonces, ¿qué vamos a hacer respecto a estos monopolios que son completamente contradictorios con la teoría democrática? Esta no es siquiera una noción progresista. Milton Friedman –el economista conservador de derecha, cuyo legado en América Latina, gracias a la era Pinochet, es bastante oscuro– fue el primero en argumentar que la defensa del capitalismo en una sociedad democrática es que la gente que maneje la economía deje de manejar el gobierno. El poder era difuso y eso permitía que la libertad prospere, a diferencia del feudalismo o del comunismo existente en ese entonces, donde la gente que manejaba el gobierno también manejaba la economía. La clave del argumento de Friedman era que el mercado económico tenía que ser competitivo. Si fuera dominado por unas pocas empresas gigantes, esas empresas invariable e inevitablemente habrían de tomarse el gobierno, y con ello, toda la premisa de la democracia se derrumbaría como un castillo de naipes. Es por eso que, en la teoría democrática, tanto de la derecha como de la izquierda, el poder económico monopólico siempre ha representado una crisis.

En ese contexto, hay tres opciones respecto de lo que una sociedad puede hacer. La primera es mantener el poder del monopolio privado, para luego intentar regularlo en función del interés público. En EE.UU. lo hicimos durante mucho tiempo con la compañía telefónica AT&T y todavía tratamos de hacerlo un poco con nuestras empresas de cable y telefonía. Pero la evidencia demuestra que no funciona. Estas empresas son demasiado grandes, captan a los reguladores, son dueños del gobierno y la regulación resulta en gran medida ineficaz; por lo que se sigue teniendo un monopolio que estafa al cliente y los monopolistas manejan el gobierno. Realmente no es una buena solución.

La segunda solución es tratar de dividir el monopolio en unidades más pequeñas, que realmente compitan. Así, en lugar de tener una sola empresa petrolera, como la Standard Oil, se podría dividirla en 5, 10 o 15 que compitan entre sí, con los beneficios de la competencia en el mercado y sin tener los inconvenientes del control monopólico del gobierno. Desafortunadamente, en el caso de Internet, eso no es posible; a causa de los efectos de red, se convierten muy rápidamente en monopolios, porque esa es la lógica de la tecnología. No hay manera de tener motores de búsqueda que compitan, porque la gente se inclinará hacia el mejor, y todos los demás saldrán del mercado.

Así que con los monopolios naturales, sólo queda un camino posible, y de hecho fue el propio mentor de Milton Friedman, Henry C. Simons, quien lo dijo. Él observó que, incluso en el capitalismo de libre mercado, es necesario socializar y nacionalizar las empresas monopólicas, porque de lo contrario van a robar las ganancias de las empresas más pequeñas y cobrarles precios más altos a ellas y a los consumidores, y corromperán la operación eficiente de la economía de mercado, sólo para beneficio propio. De modo que, incluso quienes verdaderamente desean y respetan la economía de mercado deberían apoyar la socialización de estos grandes monopolios que no pueden funcionar con la competencia.

SB: ¿Eso podría conducir a la nacionalización o socialización de Google o Microsoft?

RM: Bueno, ese es el debate que tenemos que tener, en última instancia. Podemos empezar ahora, o podemos esperar 20 años para hablar de ello, pero en fin de cuentas vamos a tener que hacer algo en ese sentido. Si nos fijamos en las 30 empresas de mayor valor de mercado en EE.UU. hoy en día, 12 de ellas son monopolios de Internet; las que yo acabo de nombrar y algunas más. Ellas dominan totalmente la economía política de EE.UU. (cuando no la economía política mundial), constituyen la fuerza vital, tal como es, del capitalismo actual. Este tipo de poder económico se traduce en un control total sobre el gobierno. En Estados Unidos, siempre hablamos de los bancos demasiado-grandes-para-quebrar, los que recibieron el enorme rescate. Como ha dicho el senador Dick Durbin de Illinois, son francamente los dueños del gobierno. Son los dueños del Congreso, se salen con la suya con lo que quieran. Ahora bien, hay sólo dos o tres de esos bancos entre las 30 empresas más grandes de EE.UU., pero hay 12 monopolios de Internet. De modo que si queremos seriamente hacer frente al poder monopólico como una amenaza tanto para la economía como para la democracia política, si seriamente queremos revitalizar la democracia, entonces incluso si uno es aficionado al libre mercado, tarde o temprano se va a tener que abordar este problema de los monopolios y yo diría que cuanto antes empecemos ese debate, mejor.

SB: En el caso de los monopolios mundiales, ¿significaría considerar la posibilidad de crear empresas públicas globales?

RM: Estas son preguntas muy interesantes, y creo que en EE.UU. nos falta entrar mucho más en debates como ese. Como nuestros mercados son muy grandes y las empresas tienen su sede aquí, nosotros apenas pensamos en soluciones nacionales, como si fuera suficiente. Sin embargo, tan pronto se cruza la frontera a cualquier otro país del mundo, seguramente el debate tiene que cambiar, porque entonces, las soluciones puramente nacionales tienen límites reales para esos países, incluso en teoría, y las soluciones internacionales o regionales se vuelven mucho más importantes. Pero en este punto de la discusión, me convierto en estudiante, ya no profesor.

SB: Volviendo a nuestro punto de partida, la evolución de Internet: entre la utopía digital o la pesadilla del Gran Hermano, ¿cuál es el saldo actual?

RM: Se está desplazando hacia la pesadilla del Gran Hermano. Sé que son palabras cargadas, peyorativas y cualquiera podría descartar lo que estoy diciendo con "este tipo es un chiflado". (Vale decir, no eran los términos que yo elegí -que esto quede claro- pero al mismo tiempo, yono voy a huir de ellos). Una de las cosas que encontré cuando estaba haciendo la investigación para mi libro sobre el Desconecte Digital, que no lo aprecié en su plena dimensión hace apenas dos o tres años, fue en qué grado todo lo que hacemos en línea es conocido por intereses comerciales y gubernamentales. Debes partir de la suposición de que todo lo que haces se graba, se escucha, se monitorea y está disponible para alguien, en algún lugar, de alguna manera. Me asustó cuando hice la investigación; pero tan pronto salió el libro, se divulgaron las revelaciones de Snowden sobre la NSA y ello despertó una conciencia más generalizada sobre todo este proceso.

Pero acabo de tener un nuevo susto. El ex jefe del programa de vigilancia de la NSA renunció hace poco tiempo, y él ha dado algunas entrevistas en las que ha dicho que la NSA tiene acceso a todo y puede realizar un seguimiento de todas las personas, en todas partes del mundo. Realmente tienen ese poder y lo están utilizando. Entonces, ¿qué es lo que hacen ahora si quieren detener a alguien? Es muy fácil, pueden armar un caso contra alguien (y parece que siempre pueden encontrar alguna ley que uno ha infringido, en alguna parte) y llevar esa información, recopilada de manera ilegal, a la policía y decirles: junten toda la información que puedan conseguir, para así contar con un caso documentado legalmente. Con ello, pueden detener a esa persona, si lo quieren; tienen esa capacidad. Como dijo el ex jefe, tal es la definición de un Estado policial. Pero si bien no siempre lo hacen, esa amenaza, la noción misma de que esa posibilidad está presente como trasfondo, es lo que crea exactamente el mundo orwelliano en el que no creo que nadie quiera vivir.

Fuente fotografía: http://www.thirdworldtraveler.com/McChesney/Robert_McChesney_page.html

dimecres, 7 de maig del 2014

ODESA: LOS CAZARON EN LOS PASILLOS Y LOS QUEMARON VIVOS

Noticia analizada por la televisión rusa









Publicado en DIARIO OCTUBRE
Hola, me llamo Igor Rozovsky. Tengo 39 años y vivo en la ciudad de Odessa. Llevo 15 años trabajando como médico de servicio de urgencias.
Ayer, como sabéis, nuestra ciudad conoció una tragedia sin precedentes, unas personas mataron a otras. Mataron con saña – las quemaron vivas. No estaban ebrios, no lo hicieron por la herencia de su abuela, sino porque las víctimas no compartían sus visiones políticas nacionalistas. Primero las pegaban, luego las quemaron.

Como médico me apresuré a ayudar a aquellos que aun se podían salvar, pero me pararon los matones y no me dejaron acercar a un herido. Uno de ellos me empujo y me aseguro que pronto mi destino y el destino de los demás judíos de Odessa será el mismo.

Vi a un chico que se podía haber salvado, ojala pudiera llevármelo al hospital, pero todas mis peticiones acabaron con un golpe en la cara y la pérdida de gafas.

En mi ciudad ocurrió algo que no pasó ni cuando estuvimos ocupados por los nazis alemanes.

Y yo me pregunto ¿porqué calla todo el mundo?


Original:
Здравствуйте, меня зовут Игорь Розовский. Mне 39 лет, я живу в городе Одессе. В течении 15 лет я работаю врачом в службе скорой помощи.
Вчера, как вы знаете, в нашем города случилась страшная трагедия, одни люди убили других. Убили жестоко — сожгли живыми. Не в состоянии опьянения, не за наследство бабушки, а потому что они не разделяют политических взглядов националистов. Сначала жестоко избивали, потом жгли.
Как врач я поспешил оказать помощь тем, кого можно было спасти, но меня остановили боевики, не дав подойти к раненому. Один из них грубо оттолкнул меня, пообещав, что скоро меня и других евреев Одессы ждет такая же участь.
Я видел парня, которого можно было спасти, если бы я смог забрать его в больницу, но все уговоры закончились ударом по моему лицу и потерей очков.
За 15 лет я видел очень многое, но вчера я хотел плакать. Oт боли унижения, от бессилия что-то сделать.

В моем городе произошло то, чего не было даже при фашистской оккупации.
Я задаюсь вопросом, почему молчит весь мир?


Fuente fotografía: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/87078-odesa-los-cazaron-en-los-pasillos-y-los-quemaron-vivos.html

divendres, 2 de maig del 2014

Amparo González, experta en migraciones y miembra del Grupo de Población del CSIC, te explica los datos del INE sobre el Padrón de Habitantes

Artículo publicado el 24-04-2014 en el blog de El Diario.es PIEDRAS DE PAPEL


Amparo González
El revuelo habitual que suscitan últimamente las notas de prensa del INE cuando publican nuevos datos sobre población tuvo anteayer, seguramente, uno de sus días estrella. Se publicaron las cifras provisionales del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2014.  Las alarmas y, en algunos casos, por qué no decirlo, también el entusiasmo, se dispararon con la frase “el número de extranjeros inscritos baja en 545.980 y el número de españoles aumenta en 141.361”. Y es normal, tengan ustedes en cuenta que, como nunca me canso de repetir, el INE nunca miente (que yo sepa) y además casi nunca se equivoca. Pero esta vez sin mentir y sin equivocarse creo que no ha presentado las cifras ni el comentario de su nota de prensa (siempre escueto) de la forma adecuada por dos motivos:


1) En primer lugar, opta por destacar en sus titulares cambios por nacionalidad y no por país de nacimiento. La variable nacionalidad resulta insuficiente y hasta engañosa para ilustrar cambios demográficos por origen en una sociedad como la nuestra, cada vez más diversa debido entre otros motivos al creciente número de naturalizaciones de las que ya hemos hablado aquí. De hecho, si utilizamos los datos por lugar de nacimiento que el propio INE publicaba anteayer podemos comprobar que entre la población nacida en el extranjero y residente en España a 1 de enero el número de nacionales españoles aumentó de 2013 a 2014 en 165.455 personas. Obviamente algunos pueden ser hijos de españoles que nacieron fuera y han regresado, pero comparando los datos del Ministerio de Justicia sobre concesiones de nacionalidad española a extranjeros en los años anteriores y la comentada cifra del Padrón, esos individuos no relacionados con la inmigración extranjera apenas representarían ni un 10 por ciento. De hecho, a lo largo de 2012 se concedieron más de 115.000 naturalizaciones, y el número correspondiente a 2013 puede que haya sido aún mayor (no se dispone de las cifras todavía). Por tanto, no parece exagerado afirmar que casi el 30 por ciento de los extranjeros que ‘desaparecen’ del Padrón en 2013 lo hacen porque han pasado a ser españoles. Dicho de otro modo, han cambiado de columna pero no se han ido (aunque puede que algunos lo hagan en breve, sobre todo teniendo en cuenta que ser español te permite ya circular sin las cortapisas de un visado y las renovaciones de las autorizaciones de residencia).


2) En segundo lugar, y esto parece aún más importante, en 2013 se hacen notar por primera vez los efectos de la comprobación periódica de la residencia a la que quedan sometidos desde marzo de 2009 los ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea y de otros Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, y de otros Estados distintos a los anteriores pero con Tarjeta de Residencia de Régimen Comunitario o con Autorización de Residencia Permanente (NO_ENCSARP). Dicho de otro modo, entra en vigor un sistema similar al de la caducidad que desde 2006 se aplica a los no-comunitarios con residencia no-permanente. Resulta sorprendente que en la nota de prensa del INE no se advirtiera de tal circunstancia, sobre todo si tenemos en cuenta el enorme revuelo que generó en su momento la aplicación del sistema de caducidad. Esto explica que de los 400.000 extranjeros ‘desaparecidos’ del Padrón en 2013 una vez descontados los que se han hecho españoles, cerca de 90.000 sean británicos y más de 40.000 sean alemanes.

 
En los gráficos 1 y 2 he representado las reducciones anuales de extranjeros nacidos en el extranjero (para que las cifras no estén afectadas por los trasvases de extranjero a español por adquisición de la nacionalidad) en números absolutos, distinguiendo los ciudadanos UE del resto. Como puede apreciarse claramente para los UE es un fenómeno claramente del año 2013, los números se vuelven locos hasta el punto de que según estas cifras de España se habrían marchado el año pasado casi la cuarta parte de todos ‘nuestros’ alemanes y de ‘nuestros ‘británicos’, como se aprecia en el gráfico 3. Por el contrario, esos picos y variaciones no se aprecian para los no comunitarios, en principio los realmente afectados por la crisis y los primeros candidatos al retorno o la re-emigración. De hecho, los extranjeros ‘desaparecidos’ nacidos en países de la UE-15 en 2013 suman más de 175.000, lo que implica de los 400.000 que no se han hecho españoles, casi la mitad no son los habitualmente inmigrantes económicos.

¿De verdad hay alguien que pueda creerse que la cuarta parte de estas comunidades ha abandonado España justo el año pasado? Es más, si se mira la composición por edad de los que desaparecen, entre los alemanes, la caída media sería de 25 por ciento pero entre los mayores de 65 años, como me indicaba ayer mi colega Antonio Abellán del Grupo de Envejecimiento del IEGD-CSIC, la proporción aumenta incluso hasta el 34 por ciento ¿Por qué motivo se iban a ir más, pero mucho más, justo aquellos a los que menos afecta la crisis pues cobran pensiones de sus países? ¿No será que ya no están, pero que tampoco estaban el año pasado, ni el anterior, ni el anterior?


De hecho, en 2012 el INE ya puso al descubierto un sustancial desajuste entre las cifras de residentes en España contabilizadas por el Censo de 2011 y el Padrón de aquel año. El número de registros calificados como ‘dudosos’ en la operación censal fue cercano a 1.040.000 que, tras aplicar el factor de recuento, se contabilizan como una población de 440.000 personas aproximadamente. De ellas el 87% era población extranjera. Decía el INE ‘la clase más destacada en cuanto a proporción de población dudosa es la de nacionales de Alemania mayores de 80 años en la provincia de Alicante, formada por cerca de 3.000 personas de las cuales más del 70% se consideran dudosos. La más numerosa en cuanto a dudosos es la de ciudadanos del Reino Unido también en Alicante, con edades entre 60 y 65 años, que suponen casi 6.000 dudosos’. Es decir, que ya sabíamos, como explicaba muy bien C. Ródenas en este post, que para Alemania, Reino Unido y Francia, el Padrón sobreestimaba en torno a un 20% su población residente en España en relación al Censo, pero no teníamos los mecanismos administrativos para proceder con la depuración estadística que necesitaba el Padrón. En 2013, se da esa circunstancia, pues a la mayoría de los afectados por el procedimiento de comprobación periódica de la residencia se les tuvo que aplicar el plazo de 5 años previstos en el Acuerdo del Consejo de Empadronamiento de 2008.


Por tanto, es justamente esa depuración y no un éxodo masivo de extranjeros de nuestro país lo que explica variaciones tan extraordinarias en tan solo un año. El INE podía y debía haberlo explicado y quizá, solo quizá, habríamos evitado titulares y noticias en la prensa extranjera como el que se leía ayer en The Telegrah “ End to Mediterranean dream for 90,000 Britons who left Spain last year” [Fin al sueño mediterráneo de 90.000 británicos que abandonaron España el año pasado], y que tan poco bien hacen a nuestra maltrecha economía y la imagen de nuestro país.

Fuente fotografía: http://apuntesdedemografia.wordpress.com/2014/04/30/la-supuesta-fuga-de-extranjeros-ricos/