dissabte, 11 de gener del 2014

SIEMPRE Y NUNCA CONTRA A VECES

Este texto, escrito por el subcomandante Marcos, forma parte de “Los otros cuentos”, un proyecto independiente, autónomo y solidario con las comunidades zapatistas desde la Red de Solidaridad con Chiapas de Buenos Aires.

También es un libro-disco. En el libro hay una selección de algunos cuentos del Subcomandante Marcos, acompañados de fotografías de las comunidades zapatistas. En el disco, se encuentran los cuentos relatados por diferentes artistas y defensores de los derechos humanos.

El dinero recaudado por la venta del libro-disco va para las Juntas de Buen Gobierno de los caracoles zapatistas.

Siendo la difusión de la palabra zapatista uno de los objetivos primordiales del proyecto, ponemos a disposición todos los cuentos y los audios para que los hagan circular.

Texto de la Red de Solidaridad con Chiapas de Buenos Aires

Escucha el cuento narrado por Liliana Daunes clicando aquí

 SIEMPRE Y NUNCA CONTRA A VECES

Había una vez dos veces. Una se llamaba Una Vez y la otra se llamaba Otra Vez.

Una y Otra Vez formaban la familia A Veces, que vivía y comía de vez en vez.


Los grandes imperios dominantes eran Siempre y Nunca que, como es evidente, odiaban a muerte a la familia A Veces.


Ni Siempre ni Nunca toleraban que los A Veces existieran.


Siempre no podía permitir que Una Vez viviera en su reino porque entonces Siempre dejaba de serlo porque si ya hay Una Vez entonces ya no hay Siempre.


Nunca tampoco podía permitir que Otra Vez apareciera otra vez en su reino porque Nunca no puede vivir con Una Vez ni menos si esa vez es Otra Vez.


Pero Una Vez y Otra Vez se la pasaban molestando una y otra vez a Siempre y a Nunca. Y así fue hasta que Siempre las dejó en paz para siempre y Nunca nunca las volvió a molestar.


Y Una Vez y Otra Vez se la pasaron jugando una y otra vez.


“¿Qué me ves?" preguntaba Una Vez, y Otra Vez contestaba: “¿Pues qué no ves?"


Y así se la pasan felices de vez en vez, ya ves. Y siempre fueron Una y Otra vez y nunca dejaron de ser A Veces. Tan, tan.

Moraleja 1: A veces es muy difícil distinguir entre una vez y otra vez.
Moraleja 2: Nunca hay que decir siempre (bueno, a veces sí).
Moraleja 3: Los “siempres” y los “nuncas” los imponen los de arriba, pero abajo aparecen “los molestos” una y otra vez que, a veces, es otra forma de decir “los diferentes” o de vez en vez, “los rebeldes”.
Moraleja 4: Nunca vuelvo a escribir un cuento como éste, y yo siempre cumplo lo que digo (bueno, a veces no).

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