Artículo de Berta Cao, consultora de género y Máster en Género y Políticas de Igualdad, publicado en CUARTO PODER
Desde el mismo día 20 de diciembre, cuando Ruíz Gallardón presentó al Consejo de Ministros su propuesta de reforma de la actual Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, las críticas no han dejado de crecer desde todos los ámbitos.
Un pequeño resumen hablaría de la soledad de Gallarón y del rechazo en su propio partido,
de la imagen en la prensa internacional y de la respuesta en otros
países de la UE, tanto de la ciudadanía como de los gobiernos o los
medios de comunicación. Mención especial merece Francia, donde además
del posicionamiento de la ministra de los Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud,
se han realizado diversas concentraciones frente a la Embajada
española, donde la prensa conservadora y de izquierdas ha dedicado
páginas al retroceso que supondría la aceptación de los deseos del
ministro español, y donde, además, la Asamblea legislativa ha modificado
su Ley de despenalización del aborto de 1975 (Ley Veil) en la línea de
la actual ley española y de la consideración del aborto como un derecho
de las mujeres, mientras la líder ultraderechista Marine Le Pen se manifestaba en contra de la propuesta del ministro Gallardón.
En España ha habido mucha respuesta en los medios de comunicación, en
el Parlamento, dónde aún no ha llegado por escrito el futuro
anteproyecto, pero poca respuesta en la calle, hasta ahora, porque ya
están articulados todos los “vagones” del Tren de la Libertad, iniciativa que surge en Asturias desde dos grupos de mujeres (La Tertulia feminista Les Comadres, de Gijón, y Mujeres por la Igualdad, de Barredos) que se autoconvocan para la lectura y entrega de un manifiesto (Porque yo decido) el día 1 de febrero en Madrid.
Esta acción local ha ido tomando fuerza desde el 29 de diciembre y se
le han sumado iniciativas de todo el Estado, a partir del trabajo de
organizaciones y grupos de mujeres que han organizado trenes de la libertad
desde todas las Comunidades peninsulares. Por el camino se han sumado
PSOE, IU, CCOO y UGT, a nivel estatal, junto con organizaciones sociales
y políticas contrarias al cambio de la actual Ley, que es la demanda de
las mujeres: que no se modifique la Ley de 2010, que regula los plazos
para la interrupción voluntaria del embarazo en función de la decisión
de las mujeres.
Y a la propuesta se van sumando también mujeres, y hombres, en
defensa de los derechos de las mujeres, contra la intención de Gallardón
de rebajarlos a la categoría de solo aptos para menores de edad, sin
derecho a decidir sobre su propio cuerpo. En estos días hemos visto
también pedir un simbólico asilo en la embajada francesa al personal
sanitario de las clínicas, que de seguir adelante la propuesta del
ministro pasaría, denuncian, a una situación de desprotección legal que
nos retrotrae a la ley del 85, con la que juzgaron y condenaron a
ginecólogos por realizar abortos que no se ‘ajustaban’ a ninguno de los
tres supuestos que Gallardón quiere dejar en uno y medio. Pero también
hemos conocido
la voz y la negativa de 1150 mujeres (investigadoras, profesoras de
universidad, artistas, periodistas, escritoras –incluso una miembro de
la RAE) y de las mujeres del mundo del cine –directoras,
guionistas…–, que se suman a la iniciativa de grabar la manifestación
durante todo su recorrido para realizar un documental coral.
Y sí, la manifestación se celebrará el 1 de febrero y partirá a las
12:00 de Atocha cercanías, donde Madrid, sus mujeres y sus hombres,
recibirán a los trenes de la libertad y, tras una parada en el
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales y ¡oh, sorpresa! Igualdad, a
pesar de que su responsable no ha dicho ni “buenas…” en este proceso,
continuará hasta el Congreso de los Diputados, donde simbólicamente se
hará entrega del Manifiesto, para completar la jornada en el Auditorio
Marcelino Camacho, (Lope de Vega, 40) y que, todo indica, quedará
pequeño, con un acto político (el feminismo es político desde sus
orígenes, por mucho que el obispo de Alcalá se haya enterado ahora y se
haya alarmado tanto), cultural y musical.
La transversalidad de la lucha por el derecho de las mujeres a
decidir no se había manifestado con tanta rotundidad hasta ahora:
ciudadanas (y ciudadanos) en el interior y en el exterior, profesionales
de la sanidad y de las clínicas, intelectuales, el mundo del arte, la
cultura y los medios de comunicación, de la política y el sindicalismo… y
hasta en el homenaje celebrado este 24 de enero a los abogados laboralistas asesinados en el despacho de Atocha (en Madrid) hace 37 años, se ha hecho un llamamiento a la lucha por los derechos de las mujeres.
Y esto está empezando. Cada día, en cualquier localidad del país, se
realiza un acto de protesta contra Gallardón. Cada día, una nueva voz se
alza para mostrar su apoyo a la decisión de las mujeres (hasta Obama…),
y el 8 de febrero, convocada por el Movimiento Feminista, se realizará
otra manifestación en Madrid, a un mes del 8 de Marzo.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada