Las valerosas mujeres de Kobane –donde kurdos sirios combaten desesperadamente contra el EI (ISIS) – están a punto de ser traicionadas por la “comunidad internacional”. Estas guerreras también combaten, aparte de los terroristas del Califa Ibrahim, los planes traicioneros de EE.UU., Turquía y la administración del Kurdistán iraquí.
Artículo publicado en Asia Times y traducido del inglés al castellano por Germán Leyes para la revista Rebelión
Te recomendamos, así mismo, la entrevista a la comandante Meryem Kobane, y a la activista del Movimiento de Mujeres Kurdas Dilar Dirik, (ambas en catalán).
¿Qué pasa realmente en Kobane?
Comencemos por hablar de Rojava. El verdadero significado de Rojava
–las tres provincias de mayoría kurda del norte de Siria– es transmitido
en este editorial (en Turco) publicado por el activista encarcelado
Kenan Kirkaya. Argumenta que Rojava es el hogar de un “modelo
revolucionario que desafía ni más ni menos que “la hegemonía del sistema
capitalista, de nación-estado”– mucho más allá de su significado
regional “para kurdos, o sirios o Kurdistán”.
Kobane –una región agrícola– se encuentra en el epicentro de este
experimento no violento en democracia, posibilitado por un acuerdo a
principios de la tragedia siria entre Damasco y Rojava (no apoyéis el
cambio de régimen contra nosotros, y os dejaremos tranquilos). Aquí, por
ejemplo, se argumenta que “incluso si solo un único aspecto de un
verdadero socialismo pudiera sobrevivir allí, millones de descontentos
serían atraídos por Kobane”.
En Rojava, la toma de decisiones es a través de asambleas populares –
multiculturales y multi-religiosas. Los tres máximos funcionarios en
cada municipalidad son un kurdo, un árabe y un cristiano asirio o
armenio; y por lo menos unos de estos tres debe ser mujer. Las minorías
no kurdas tienen sus propias instituciones y hablan sus propios idiomas.
Entre una miríada de consejos de mujeres y jóvenes, también hay un
crecientemente famoso ejército feminista, la milicia Estrella YJA
(“Unión de mujeres libres”, y la estrella simboliza la diosa
mesopotámica Ishtar).
El simbolismo no podía ser más gráfico: pensad en las fuerzas de
Ishtar (Mesopotamia) combatiendo contra las fuerzas de ISIS
(originalmente una diosa egipcia), convertida en un califato
intolerante. En el joven Siglo XXI, las barricadas femeninas de Kobane
se encuentran en la vanguardia de la lucha contra el fascismo.
Inevitablemente debería haber un buen número de puntos de
intersección entre las Brigadas Internacionales combatiendo el fascismo
en España en 1936 y lo que está sucediendo en Rojava, como lo subraya
uno de los escasos artículos al respecto publicados en medios
dominantes occidentales.
Por si estos componentes no bastaran para enloquecer a wahabíes y
takfiris profundamente intolerantes (y a sus poderosos patrocinadores en
petrodólares del Golfo) existe la situación política general.
La lucha en Rojava es dirigida esencialmente por el PYD, que es la
rama siria del PKK turco, las guerrillas marxistas en guerra contra
Ankara desde la década de los 70. Washington, Bruselas y la OTAN –bajo
permanente presión turca– siempre han catalogado al PYD y al PKK como
“terroristas”.
Un cuidadoso examen del indispensable libro del líder del PKK
Abdullah Öcalan Confederalismo democrático revela que esa ecuación
terrorista/estalinista es un engaño (Öcalan ha estado confinado en la
isla-prisión de Imrali desde 1999.)
Lo que buscan el PKK –y el PYD– es “municipalismo libertario”. De
hecho es exactamente lo que Rojava ha estado intentando: comunidades
autogobernantes que aplican democracia directa, utilizando como pilares
concejos, asambleas populares, cooperativas dirigidas por trabajadores –
y defendidas por milicias populares. De ahí el posicionamiento de
Rojava en la vanguardia de un movimiento mundial de economía/democracia
cooperativa cuyo objetivo en última instancia sería dejar de lado el
concepto de una nación-estado.
Este experimento no solo tiene lugar políticamente en el norte de
Siria; en términos militares, fueron el PKK y el PYD los que realmente
lograron rescatar esas decenas de miles de yazidis acorralados por el
EI/ISIS en el Monte Sijar, y no las bombas estadounidenses, como decían
los medios de información dominantes. Y ahora, como detalla la
co-presidente del PYD Asya Abdullah, lo que se requiere es un “corredor”
para romper el sitio de Kobane por los terroristas de Califa Ibrahim.
Los tejemanejes del Sultán Erdogan
Ankara, mientras tanto, parece proponerse prolongar una política de “muchos problemas con nuestros vecinos”.
Para el Ministro de Defensa turco Ismet Yilmaz, “la principal causa
del EI es el régimen sirio”. Y el Primer Ministro Ahmet Davutoglu –quien
inventó la ahora difunta doctrina de “cero problemas con nuestros
vecinos” para comenzar– ha subrayado repetidamente que Ankara solo
intervendrá con tropas en el terreno en Kobane para defender a los
kurdos si Washington presenta un “plan post-Asad”.
Y luego existe un personaje que desborda la realidad: el Presidente turco Tayyip Erdogan, conocido también como Sultán Erdogan.
Los edictos de Sultán Erdogan son bien conocidos. Los kurdos sirios
debieran combatir contra Damasco bajo el comando de esa ficción de mala
muerte, el Ejército Libre Sirio, reconstituido (que debe ser entrenado,
precisamente, en Arabia Saudí); debieran dejar de lado cualquier idea de
autonomía; debieran aceptar dócilmente la solicitud turca de que
Washington cree una zona de exclusión aérea sobre Siria y también una
frontera “asegurada” en territorio sirio. No es sorprendente que tanto
el PYD como Washington hayan rechazado esas demandas.
Sultán Erdogan se ha propuesto relanzar el proceso de paz con el PKK;
y quiere conducirlo desde una posición de fuerza. Hasta ahora su única
concesión ha sido permitir que peshmergas kurdos iraquíes entren en el
norte de Siria como contrapeso para las milicias de PYD-PKK, e impedir
de esa manera el fortalecimiento de un eje kurdo anti-turco.
Al mismo tiempo, Sultán Erdogan sabe que el EI/ISIS ya ha reclutado
hasta 1.000 dueños de pasaportes turcos – y que la cantidad sigue
aumentando. Su pesadilla adicional es que la mezcla ponzoñosa que
destruye “Siraq” se extienda tarde o temprano poderosamente dentro de
las fronteras turcas.
Cuidado con esos bárbaros ante las puertas
Los terroristas de Califa Ibrahim ya han telegrafiado su intención de
masacrar y/o esclavizar a toda la población civil de Kobane. Y sin
embargo Kobane, per se, no tiene ningún valor estratégico para el
EI/ISIS (es lo que el propio Secretario de Estado de EE.UU. John Kerry
dijo la semana pasado; pero luego, predeciblemente, se retractó). Sin
embargo, la muy persuasiva comandante del PYD es plenamente consciente
de la amenaza del EI/ISIS.
Kobane no es esencial en comparación con Deir ez-Zor (que tiene un
aeropuerto que suministra al Ejército Árabe Sirio) o Hasakah (que tiene
campos petrolíferos controlados por kurdos con la ayuda del Ejército
Árabe Sirio). Kobane no tiene aeropuerto ni campos petrolíferos.
Por otra parte, la caída de Kobane generaría inmensamente positiva
publicidad adicional para la muy hábil empresa del Califa – ampliando la
percepción de un ejército victorioso especialmente entre nuevos
potenciales reclutas, con pasaportes de la UE, así como estableciendo
una sólida base muy cerca de la frontera turca.
Esencialmente, lo que Sultán Erdogan está haciendo es combatir tanto a
Damasco (a largo plazo) y los kurdos (a mediano plazo), mientras
realmente otorga vía libre (a corto plazo) al EI/ISIS. Y sin embargo,
más adelante, el periodista turco Fehim Tastekin tiene razón; el
entrenamiento de inexistentes rebeldes sirios “moderados” en la tan
democrática Arabia Saudí solo conducirá a la paquistanización de
Turquía. Un remix –de nuevo– del escenario que tuvo lugar durante la
yihad afgana de la década de los 80.
Por si esto no fuera suficientemente confuso, en un cambio del
terreno de juego – y revirtiendo su dogma “terrorista” – Washington
mantiene ahora un acuerdo cordial con el PYD. Y eso plantea un dolor de
cabeza adicional para Sultán Erdogan.
Este toma y daca entre Washington y el PYD todavía existe. Sin
embargo, algunos hechos en el terreno lo dicen todo: más bombardeos de
EE.UU., más lanzamientos desde el aire de EE.UU. (incluyendo grandes
lanzamientos desde el aire fracasados, donde las nuevas armas terminan
por estar en las manos de los terroristas de El Califa.)
No hay que olvidar un hecho clave. En cuanto el PYD fue más o menos
“reconocido” por Washington, el jefe del PYD, Saleh Muslim, fue a
reunirse con el astuto líder del Gobierno Regional del Kurdistán (KRG),
Masoud Barzani. En esa ocasión el PYD prometió “compartir el poder” con
los peshmergas de Barzani en el gobierno de Rojava.
Los kurdos sirios que fueron obligados a abandonar Kobane y a
exiliarse en Turquía, y que apoyan al PYD, no pueden volver a Siria;
pero kurdos iraquíes pueden ir y volver. Este sospechoso acuerdo fue
negociado por el jefe de inteligencia del KRG, Lahur Talabani. El KRG,
crucialmente, se lleva muy bien con Ankara.
Esto arroja más luz sobre el juego de Erdogan: quiere que los
peshmergas – que son feroces enemigos del PKK– se conviertan en la
vanguardia contra el EI/ISIS y que de esa manera se debilite la alianza
PYD/PKK. Una vez más, Turquía usa kurdos contra kurdos.
Washington, por su parte, está manipulando Kobane para legitimar
completamente –utilizando una vena “humanitaria” R2P (Responsabilidad de
proteger) – su cruzada contra el EI/ISIS. Nunca se recuerda
suficientemente que todo el asunto comenzó por una andanada de sesgo de
Washington sobre la preparación por el espurio, fantasmal, grupo de
Jorasán de un nuevo 11-S. Jorasán, predeciblemente, desapareció por
completo del ciclo noticioso.
A largo plazo, el tejemaneje estadounidense es una seria amenaza para
el experimento de democracia directa en Rojava, que Washington solo
puede interpretar como –¡Dios nos libre!– un retorno del comunismo.
Por lo tanto Kobane es ahora un peón crucial en un juego despiadado
manipulado por Washington, Ankara e Irbil. Ninguno de esos actores
quiere que el experimento en democracia directa en Kobane y Rojava tenga
éxito, se expanda y comience a ser conocido en todo el Sur Global. Las
mujeres de Kobane, corren un peligro mortal de ser, si no esclavizadas,
cruelmente traicionadas.
Y el asunto se hace aún más siniestro cuando la acción del EI/ISIL en
Kobane es vista esencialmente por lo que es; una táctica diversionaria,
una trampa para el gobierno de Obama. En realidad los terroristas del
Califa apuntan a la provincia Anbar en Iraq –que ya controlan en gran
parte– y el crucial cinturón de Bagdad. Los bárbaros están en las
puertas, no solo de Kobane, sino también de Bagdad.
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada