diumenge, 20 de juliol del 2014

LA INFLUENCIA DEL SIONISMO EN LA SOCIEDAD ISRAELÍ


Artículo de Paula Frere Fresler, licenciada en periodismo y especializada en información internacional y Países del sur, publicado en La Haine, en el que reflexiona sobre los ataques sangrientos que está llevando a cabo en los últimos días el ejército judío contra lxs habitantes de la franja de Gaza. 

No hay que olvidar que se trata de una limpieza étnica iniciada mucho antes de que en 1948, el primer ministro judío David Ben-Gurion, declarara la "independencia" de Israel. Cuando el Sionismo comienza a establecerse en estas tierras se encuentra con cientos de miles de árabes cristianxs a los que decide ignorar por la imposibilidad de eliminarlos con la impunidad con la que ha venido actuando en su lucha contra "la gran amenaza musulmana", gestada y fomentada desde Occidente.

Tal como afirma Ilan Pappe, profesor de historia de la Universidad de Exeter, Reino Unido, y antiguo profesor de Historia en la Universidad de Haifa, Israel, (expulsado de este país por sus ideas críticas con las autoridades judías), el objetivo del Estado judío es conseguir un número testimonial de población no judía que en ningún caso pueda poner en peligro su supremacía en la región. Un caso de colonialismo salvaje que mantiene, en palabras del sociólogo norteamericano James Petras, un campo de concentración a cielo abierto en Palestina desde hace décadas, gracias a su fuerza militar, de la que reciben instrucción miembros del cuerpo de los Mossos d'Esquadra de Catalunya para "garantizar la seguridad ciudadana", según afirman sus autoridades.

Es importante, para comprender el giro que ha dado la cuestión judía desde la Segunda Guerra Mundial, distinguir entre Sionismo, Judaísmo y Judeidad, ya que el Sionismo, debido a su poder militar, económico, mediático y a los apoyos que recibe de la Comunidad Internacional en Occidente, se ha erigido, o más bien se ha impuesto oficialmente, pero ilegítimamente,  como el representante del Pueblo judío, eliminando las voces disidentes dentro de sus fronteras y llevando a cabo una política de adoctrinamiento de la población civil que comienza en las escuelas, (donde lxs niñxs forman sus primeras construcciones del mundo, muy difíciles de cambiar en la edad adulta), en las que se presenta a lxs miembrxs del Pueblo palestino deshumanizadxs, tal como Nurit Peled-Elhanan concluye en su estudio sobre el tema y que podéis conocer en el documental "La representación del pueblo palestino en los libros escolares de Israel: receta para la deshumanización de un pueblo", alojado en la página Multimedia de este blog .
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El régimen terrorista israelí ha conseguido mantener a su pueblo unido y confiado en las medidas territoriales que se toman en el país

“No hay justificación para las violaciones, ni las hay para las matanzas; se trata de crímenes de guerra. Pero en ciertas condiciones la expulsión no es un crimen de guerra. No creo que las expulsiones de 1948 fueran crímenes de guerra. No se puede hacer una tortilla sin cascar los huevos. Uno tiene que ensuciarse las manos. Una sociedad que pretende matarlo a uno lo obliga a destruirla. Cuando hay que elegir entre destruir o ser destruido, es mejor destruir”

Así explica Benny Morris, historiador israelí, la limpieza étnica que hubo entre 1946 y 1948 para establecer, poco tiempo después, el Estado de Israel. Estas declaraciones al periodista Ari Shavit del periódico 'Haaretz', reflejan la mentalidad de muchos ciudadanos con respecto a este tema. Solamente con leer “una sociedad que pretende matarlo a uno lo obliga a destruirla” muestra una sociedad aquejada de permanente manía persecutoria. La mentalidad del ataque preventivo es la que ha servido en bandeja la insostenible situación que se vive actualmente, aquella en la que la imagen es del árabe que quiere dominar e invadir, y por tanto, es necesario restringir su espacio y capacidad de actuación para que el estado israelí pueda seguir desarrollándose.

Tras la desaparición de tres jóvenes israelíes el pasado 30 de junio de este año, Israel vuelve a mostrar su cara más oscura, y este hecho reafirma una vez más que las medidas 'precautorias' del gobierno israelí hacen mella en Palestina, con más de 200 muertos y miles de heridos. Los ataques han arrasado la zona, miles de viviendas destrozadas, desplazando a miles de personas, las cuales buscan refugio ante las inminentes agresiones.

Gran parte de la sociedad israelí busca justificar estas políticas a través de comentarios, vídeos e imágenes en muchas redes sociales. Un usuario de facebook hace el siguiente comentario: “Nos cuesta ser aceptados fuera del traje a rallas del campo de concentración y menos poder defendernos y mucho menos usar la fuerza, somos 15 millones, queremos un espacio ínfimo del planeta que históricamente nos corresponde y tendrán que matar a seis millones de hermanos más para que la lástima nos de paz”.

Pero qué se puede esperar cuando gran parte de la sociedad piensa con firmeza que los árabes quieren transformar el continente europeo en Eurabia, e incluso que en España desean recuperar Al Ándalus. Parte de estas reflexiones se apoyan en el sionismo, movimiento que lleva inculcándose desde el siglo XIX y que busca recuperar la Tierra Prometida a como dé lugar.

Entonces si desde hace años, si desde la infancia, solo escuchas y estudias que esa tierra te pertenece, que los pueblos vecinos quieren acabar con el estado judío y reconquistar sus antiguas naciones, la primera reacción de un humano es la preventiva. Y esto es lo que a día de hoy vemos y escuchamos.

Noam Chomsky e Ilan Pappe lo describen muy bien en el libro “Gaza en crisis”: “Los mecanismos negacionistas israelíes son muy efectivos, pues funcionan como una exhaustiva herramienta de adoctrinamiento que abarca la existencia completa del ciudadano, de la cuna a la tumba. Esta herramienta garantiza al Estado que sus ciudadanos no se sentirán confusos ante los datos y la realidad o, al menos, que no tendrán problemas morales.”

El gobierno israelí ha conseguido mantener a su pueblo unido y confiado en las medidas territoriales que se toman en el país. Ha creado una consciencia única e imbatible, donde los hechos diferentes a la “lógica establecida” no tienen lugar. Véase lo sucedido con Ilan Pappe, profesor de historia israelí, quien fue expulsado del país por promulgar ideas equívocas.

Pero Pappe logró difundir sus pensamientos y reflexiones por otras vías. En una conferencia en Stuttgart, Alemania, explica: "Todos los acuerdos de Oslo por la paz no funcionaron y nunca lo habrían hecho, ya que lo que realmente sucede es el colonialismo sionista que no parará hasta conseguir un estado más fuerte y vacío de árabes. La única solución posible es la construcción de un único estado secular que garantice la convivencia entre todas las religiones, pero antes habrá que desprogramar a muchos civiles de la población israelí."

Esta afirmación confirma una vez más la teoría sionista, es decir, si la sociedad israelí, o gran parte de ella, no conoce otra historia que la programada por el gobierno, supone que su postura seguirá siendo la misma, y que ante un 'posible ataque', es mejor la prevención. Existe un cerco que reduce el territorio palestino al mínimo y los israelíes apoyan esas decisiones. Mientras el gobierno fije sus pautas y el pueblo no las revoque, el conflicto entre Israel y Palestina no tendrá caducidad.

Fuente fotografía: http://muftah.org/israel-war-palestine-children-gaza/#.U8ubwkDm7Ak 

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